Disipadas quedan las dudas de los que, en clave pesimista o quizás por sobreprotección hacia el club de sus amores, creyeron que la adquisición del Espanyol por el conglomerado chino Rastar sería nocivo para el futuro de la entidad perica.

Sin embargo, el tiempo ha convertido a Chen Yangseng no solo en un hombre que salvó al Espanyol de la ruina económica y avivó la ilusión de una afición, que hacía tiempo no creía en objetivos ambiciosos, sino en un inversor inteligente que ha beneficiado la empresa que rige.

Sucede que  Rastar Group ha aumentado su facturación en un espectacular 42’83% gracias, en gran medida, al club blanquiazul: el grupo chino ha batido su récord de beneficios, cerrando el 2016 con un beneficio de 61’4 millones de euros (2’389 billones de yuanes), lo que supone un incremento de un 28’77 por ciento respecto a 2015, cuando el beneficio ascendía a 47’7 millones.

Este incremento responde directamente al crecimiento notable en la facturación del grupo, que se refleja un 42’83 por ciento más que en el año anterior. Y ahí es donde se evidencia la influencia del Espanyol, tal como refleja el propio informe financiero de Rastar.

En consecuencia, el conglomerado también ha logrado un ascenso en sus activos: de 447’8 millones a 691’8, es decir, un contundente 54’46 por ciento. El aporte del club ha sido, esencialmente, con los derechos televisivos, aunque también con la compra-venta de jugadores o con la esponsorización.

Lo cierto es que el proceso de crecimiento es mutuo, pues a la par de Rastar, el Espanyol ha pasado de ser un club en evidente peligro económico a ser una entidad solvente y exitosa desde el punto de vista financiero, lo cual puede propiciar un auge en los resultados deportivos que, de hecho, ya se está viendo en la actual campaña.