Guía VAVEL RCD Espanyol 2017/2018: análisis táctico

Los de Quique Sánchez Flores se mantuvieron en la zona noble de la clasificación gracias a una solidez defensiva conseguida con el trabajo de los once jugadores en el campo. Este año, los pericos deberían apoderarse más del balón y llevar la batuta del juego.

Guía VAVEL RCD Espanyol 2017/2018: análisis táctico
Foto: Perico Domíguez
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Por Francesc Ripoll

El Espanyol entrenado por Quique Sánchez Flores de la temporada 2017/2018 consiguió evitar la zona de descenso y coquetear con los puestos europeos, gracias a un concepto muy claro: la solidaridad defensiva.

Todo el equipo defendía. Desde el portero hasta los dos delanteros con los que se formaba un 4-4-2. Los centrales estaban muy atentos a los atacantes rivales, juntos y sin dejar huecos para que ellos combinaran. Los laterales, siempre ayudados por los extremos para evitar las internadas por las bandas de los contrincantes. Los pivotes bien situados y con la ayuda de los delanteros. En definitiva, se convertía en un bloque muy difícil de superar para el otro equipo.

Esto hacía encajar pocos goles, aunque también provocaba que el hecho de anotar tantos fuera una tarea más complicada para los periquitos. La producción ofensiva de los blanquiazules se basaba en el contraataque: aprovechar la solidez defensiva para pillar al equipo contrario desprevenido y montar una contra efectiva. Para esto, las figuras de Jurado, jugador con más toque, y la de Piatti de velocidad, desborde y calidad con su pierna izquierda eran importantes para el ataque del Espanyol. Estos dos hombres junto con los buenos movimientos de un Gerard Moreno muy activo en toda la temporada, generaban muchas ocasiones para los de Quique Sánchez Flores, aunque les costaba finalizar con contundencia.

Para esta temporada si de verdad quieren aspirar a Europa, la cosa tiene que cambiar. Los pericos no se pueden acostumbrar a esperar siempre al fallo rival para atacar, pues esto es muy fácil de contrarrestar: los contrincantes dejan que el Espanyol tome la iniciativa, cosa que hará dudar a los blanquiazules.

Es por esto que ha llegado la figura de Esteban Granero: un jugador de perfil asociativo capaz de llevar la batuta del Espanyol y que el conjunto catalán se acostumbre a tener más el dominio del esférico. Si los de Quique Sánchez Flores consiguen esto, el sueño de Europa se puede hacer realidad.