Demasiado castigo para los blanquiazules. El Espanyol cayo derrotado 5-0 en el primer derbi de la temporada. El factor Messi, la mala suerte y algún error arbitral condenaron al Espanyol a irse con una ‘manita’ del campo del eterno rival.
Quique Sánchez Flores sacó un once sin demasiadas novedades, con Darder y Hermoso debutantes en la titularidad. Por su parte, Valverde tampoco se complicó demasiado y salió con un 4-3-3 clásico sin novedades.
Sin suerte
La mala suerte, probablemente, fue el factor determinante de la primera parte de los pericos. El partido empezó con claro dominio culer, pues los azulgranas tenían la posesión del balón. Los pericos intentaban adelantar su línea defensiva para juntar más al equipo y dificultar los pases interiores del Barcelona. Pero en el minuto 25 un error arbitral decantó la balanza para los locales. Después de una pasada de Rakitic en fuera de juego, Messi, definió bien y Pau no pudo hacer nada para pararlo. El portero perico siguió acertado en jugadas posteriores. En el minuto 34, nuevamente la suerte del lado del equipo local: Messi intentaba un regate que no le salió, pero los rebotes le devolvieron la pelota y el delantero no falló. Ovación hacia él en el Camp Nou. Por su parte, los jugadores del Espanyol no se creían la situación y luchaban para volver a ponerse en el partido. En el minuto 42 un gran control de Piatti estuvo a punto de dar una alegría a los periquitos y animarles para la segunda mitad pero, nuevamente, la fortuna vistió de azulgrana y el balón se fue al palo.
Sentenciados
En la segunda parte, los pericos recibieron la sentencia definitiva. El Espanyol estaba obligado a espabilarse si quería sacar algún resultado positivo del Camp Nou, pese a que era consciente que era muy complicado. Piatti lo volvió a intentar con una vaselina pero el balón no entraba. Sergio García saltó al terreno de juego pero poco tardó Messi en volver a aparecer y marcar el 3-0. Hat-trick de Leo. A este festival se añadieron Piqué y Luís Suárez. Piqué marcó de córner en una jugada polémica, pues el jugador se apoyo en Hermoso para saltar y los jugadores del Espanyol reclamaron falta. Y Luís Suárez lo hizo después de una jugada de verticalidad auténtica donde se combinaron muy bien André Gomes, Dembélé y el propio goleador. Manita para los blanquiazules.
Castigo excesivo
El castigo para los blanquiazules fue excesivo. Pese a que no había demasiadas excusas con un resultado como este, es cierto que el primer gol en fuera de juego marcó un poco el guion del partido. El Espanyol en ciertos momentos del partido defendió bien, pero le faltó ofensiva y definición si quería irse del Camp Nou con algo positivo.
La primera victoria se resiste para el Espanyol, que suma un punto de los tres primeros encuentros. No hay que desesperarse, pues el campeonato acaba de empezar. Continuar, seguir así y olvidar lo antes posible esta derrota; esta es la línea a seguir para los de Quique Sánchez Flores.