El Granada CF registró su séptima derrota consecutiva y ya es colista. Steven y Kodro marcaron para Osasuna, mientras que el tanto rojiblanco fue obra de Ramos. Los de Adams tuvieron la posesión en la mayor parte del encuentro, pero los rojillos crearon mucho más peligro. El conjunto nazarí, que no sabe lo que es puntuar con el inglés en el banquillo, siguen a la deriva.
Los dos peores equipos de los últimos años en Primera División se daban cita en Pamplona para ver quién llegaba a la última jornada como farolillo rojo de la categoría. “En la salud y en la enfermedad. Volveremos”. Así rezaba un cartel de la Peña del Granada CF en Madrid en las gradas de El Sadar. Pocas explicaciones lógicas hay que buscarle a un sentimiento tan irracional como el que despierta el fútbol. Que se lo pregunten a ellos.
Ramos empató al borde del descanso
El partido arrancó con un Granada que tenía mucho más balón, pero que de poco le servía. El ritmo era de pretemporada. Osasuna, que era más directo, salía sin peligro alguno. El primer cuarto de hora pasó con más pena que gloria. Los locales fueron cercando poco a poco al equipo andaluz. Dos jugadas consecutivas. Una la sacó Ochoa con la rodilla a bocajarro. La otra la mandó a las nubes Kodro, solo frente al portero mexicano, cuando lo tenía todo a favor. Unos minutos más tardes Sergio León disparó desde el costado derecho pero Memo envió a córner.
Ya eran demasiados avisos. En el siguiente acercamiento llegó el tanto local. Corría el minuto 24. Lombán no acertó al despejar un saque de esquina, y Steven fusiló la meta granadina. El enésimo error defensivo de la temporada. Nada nuevo para el aficionado rojiblanco. Un minuto más tarde Sirigu le paró un mano a mano a Boga. El choque se convirtió en un ida y vuelta donde Osasuna daba más sensación de peligro. Sin embargo, cuando llegaba el descanso el Granada empató. Pereira botó una falta con suavidad, y Ramos se adelantó a toda la zaga para cruzar el balón con la testa. El colombiano lo celebró sin alardes.
Kodro dio la victoria a Osasuna
Dos cabezazos de Vezo y Lombán fueron lo más peligroso de la reanudación en sus primeros quince minutos. El Granada parecía dar un paso al enfrente que nunca cuajó. El partido entró en tierra de nadie. Krhin dio el susto tras llevarse un golpe en la cabeza pero pudo seguir. Osasuna sacó carácter para ir a por la victoria. Cuando los rojillos parecían más cerca del gol, tuvo Ramos el segundo en sus botas. Hongla metió un pase a la espalda de la defensa pero el cafetero cruzó demasiado su disparo.
En la siguiente jugada llegó el tanto navarro. Otro córner. Un error más. La pelota quedó muerta en el área y Kenan batió a placer la portería de Ochoa. Adams introdujo en el campo a Uche y Entrena para buscar el gol del empate. En El Sadar se vislumbró un ataque de orgullo de los andaluces, pero fue demasiado tarde. El Granada salió colista de Pamplona.
La vuelta a Segunda se le está haciendo eterna al Granada. Lo único bueno es que ya solo queda un paso. Un encuentro donde despedir al fútbol de élite en el Zaidín. El rival será el Espanyol. Solo cabe esperar que sea lo menos doloroso posible.