La primera piedra para sumar puntos en un partido es no encajar. Un hecho que los aficionados del Granada no se acuerdan del día en el que su equipo se quedó sin recoger el balón de sus redes por última vez. Fue allá por inicios del mes de febrero cuando los andaluces vencieron por la mínima a Las Palmas. Más tarde, también lograron marcharse a casa sin encajar ningún tanto en el duelo ante el Dépor, pero dos partidos en tres meses sin encajar son muy pocos para un equipo de Primera. Y claro tres meses de partidos encajando goles sin parar significan dejar de conseguir puntos clave para salvar la categoría. Puntos que podrían haber hecho soñar con la salvación en estas últimas jornadas.
Encajando goles a mansalva
Ochoa se ha convertido en el portero más goleado de toda la historia de la Primera División del fútbol español. El mexicano ha recogido el balón de su red hasta en ochenta ocasiones, cifra récord para un guardameta de la categoría de oro de nuestro fútbol. Y probablemente no tenga ni la mitad de culpa de haber encajado tantos goles. La pésima actitud defensiva rojiblanca dejó vendido en más de una ocasión a Ochoa ante las acometidas de los delanteros rivales. Ochoa hizo lo que pudo, salvando al Granada en numerosos partidos, pero cuando tu defensa no tiene el nivel necesario, poco más puedes hacer.
Una manita en territorio canario, siete goles en el Vicente Calderón, otra manita en el Santiago Bernabéu, cuatro en Eibar y otros tantos ante Barça y Madrid en Los Cármenes. Hasta seis goleadas de escándalo ha encajado en esta campaña 2016-17 el equipo rojiblanco horizontal. Un conjunto incapaz de plantar cara a otros de, en teoría, la misma liga como Las Palmas o Eibar, no merece continuar en Primera. Para regresar pronto se debe empezar por poner el cerrojo en la parcela defensiva. Esa es la primera piedra para volver a ser grandes.