No han sido tiempos fáciles para Zurutuza. Años atrás, sus problemas con las lesiones le perseguían y no le dejaban rendir a su mejor nivel. Tras una temporada 2012/13 en la que su papel fue clave para conseguir la clasificación para Champions, su rendimiento cayó. Durante varias temporadas, esos problemas físicos le mantuvieron alejado de las alineaciones regularmente. Con esa poca continuidad era imposible desplegar todo el fútbol que tiene en sus botas.

Pero tras el verano de 2016 algo cambió. El de Rochefort empezó a ser titular con Eusebio, y una vez afianzada su alianza en el centro del campo con Illarramendi y Prieto, ya no se ha bajado. Llegados al parón navideño, Zurutuza solo se había perdido dos partidos. Con él de titular, arrancaba la Real el 2017 en la quinta posición en Liga.

La Real a Europa con un once fijo

Eusebio había encontrado a sus hombres de confianza y los mantendría toda la temporada. Zurutuza, por supuesto, estaba entre ellos. El franco-español jugó prácticamente todo en los primeros tres meses. El único partido que se perdió fue el primero liguero el año ante el Sevilla en Anoeta. El resultado para el equipo no pudo ser peor. Los entonces entrenados por Sampaoli le endosaron un 0-4 a los txuri-urdin, con un Ben Yedder espectacular que anotó tres goles.

En Copa, jugaría tanto la eliminatoria contra el Villarreal, donde los vascos se impusieron por un 4-2 global, como contra el Barcelona, que apeó a los de Eusebio en cuartos. Con solo un partido por semana, la Real podría dar continuidad al once que le estaba dando tantos buenos réditos. Zurutuza lo jugaría todo hasta mediados de marzo. Entonces, tuvo que parar unas semanas por una pequeña lesión. 

Zurutuza pelea un balón con Messi / Foto vía La Liga
Zurutuza pelea un balón con Messi / Foto vía La Liga

Los tres partidos que se perdió se notaron. Los realistas no ganaron ninguno de esos encuentros, cosechando un empate ante el Leganés y dos derrotas ante el Alavés y el Atlético de Madrid. La Real afrontaría las últimas ocho jornadas desde la séptima posición, y debía arrebatarle el puesto a Villarreal o Athletic para asegurarse jugar en Europa.

En el partido ante el Sporting volvió Zurutuza y volvió la mejor versión de la Real, que ganó 3-1 y a punto estuvo de asaltar el Camp Nou una semana después. Con una actuación memorable del equipo, el encuentro bien pudo ganarlo aunque terminaría cediendo un 3-2 que le devolvía a la séptima plaza. De ahí ya no se iría hasta la última jornada. 

Con tres victorias en las siguientes tres jornadas, los de Eusebio no supieron aprovechar los pinchazos de sus rivales y cederían dos empates ante Sevilla y Málaga. En el primero de estos partidos, Zurutuza sería expulsado por doble amarilla y, por tanto, se perdería el siguiente partido.

Así, la Real llegaba a la última jornada con la necesidad de sumar. Si lo hacía, sería presumiblemente equipo de Europa League, ya que el Athletic se enfrentaba al Atlético de Madrid en el último partido del Calderón. Aquel gol de Juanmi en Vigo en el último minuto llevó a la Real y a Zurutuza a Europa.

Vuelta a Europa

Los últimos meses del año han sido los del retorno a Europa. En verano, la directiva consideró innecesario fichar un recambio para el centro del campo. Con Zubeldia ascendiendo al primer equipo y Guridi recuperándose de su lesión, parecía que esa posición estaba cubierta. Pero no ha sido así.

El inicio de temporada fue inmaculado. La Real comenzó asombrando a propios y extraños. Tras un mes de competición, los de Eusebio iban lanzados. Con el mismo once que le había dado tantas buenas noticias la temporada pasada, los vascos empezaron la actual de manera apabullante. Tres victorias en tantos partidos les hacían situarse líderes junto al Barcelona. Además, en Europa, con gol incluido de Zurutuza, se desharían del Rosenborg con un 4-0 en un inicio soñado.

Pero, sin saber cómo, todo se estropeó. Cinco partidos consecutivos sin ganar y encajando tres goles en cada partido (cuatro en el caso del Betis) hacían temblar las expectativas. Zurutuza se perdería después casi un mes de competición por culpa de una lesión. En ese tiempo, su equipo ganó dos partidos, empató uno y perdió otro. 

Zurutuza en su gol ante el Rosenborg / Foto vía La Liga
Zurutuza en su gol ante el Rosenborg / Foto: La Liga

En su regreso al once, la Real se llevó el derbi ante el Eibar. Pero desde entonces todo fue a peor. Otras cinco jornadas consecutivas sin conocer la victoria en Liga ponían en apuros al equipo. Además, la eliminación de Copa ante el Lleida con un partido de vuelta nefasto en Anoeta (donde Zurutuza jugó la ya histórica última media hora donde se encajaron tres goles) había crispado el ambiente. Y la derrota ante el Zenit en Anoeta terminó por echar por tierra todo el trabajo.

En el último partido de Liga, el de la despedida de Vela, los txuri-urdin han vuelto a su mejor nivel. Zurutuza, por su parte, hizo una primera parte inmensa, aunque tuvo que ser sustituido en la segunda parte con claras muestras de cansancio. El centrocampista ha acabado el año con las fuerzas bajo mínimos.

El de Rochefort culminó por tanto uno de sus años más prolíferos. Con 40 partidos a sus espaldas, solo se espera que las lesiones le respeten en el final de temporada. De hacerlo, seguro que seguirá siendo imprescindible en el esquema de Eusebio. Además, tanto él como sus compañeros tienen el reto de hacer algo bonito en Europa y, quién sabe, la posibilidad de conseguir un título. Para muchos, el primero de su carrera.