La velocidad de Reguilón y el instinto de Coulibaly tumban al Unión

A falta de tres jornadas para el final de esta campaña, tanto Unión Deportiva Logroñés como Real Unión de Irún se jugaban muchas cosas en su duelo particular. Antes de que el cuero se moviese en Las Gaunas, ambos equipos ya conocían varios resultados de la jornada. Entre ellos, la victoria del Rayo Majadahonda o la derrota del Fuenlabrada. En resumen, el playoff estaba marcado por los 57 puntos del conjunto majariego, obtenidos ayer tras su victoria en Gazituaga. Por su parte, otro rival en la carrera por la promoción de ascenso, el Leioa, estaba empatando en ese momento a 0 en Lasesarre. Tanto irundarras como riojanos debían ganar para tratar de alcanzar la cuarta plaza, aunque los blanquirrojos eran conscientes de que era casi una quimera.

Los fronterizos necesitaban vencer para tratar de meter presión a Leioa y Majadahonda, sus rivales por la cuarta plaza. Otro resultado dejaría a los de Santana muy lejos de su objetivo. El Logroñés, por su parte, afrontaba el duelo con la ambición de clasificarse para la Copa del Rey. Los riojanos eran conscientes que de que el playoff era casi imposible. El Logroñés necesitaba ganar todo, pero además que no ganasen casi nada ni Leioa, ni Rayo Majadahonda, ni el propio Real Unión. Una auténtica carambola pocas veces vista en este mundo del fútbol. Las cuentas son muy bonitas y a veces ilusionantes, pero lo que realmente cuenta es el rendimiento sobre el verde. Y a eso se disponían ambos equipos, en una tarde lluviosa en Las Gaunas.

Formaciones iniciales

Sergio Rodríguez apostó por la siguiente formación: Miguel en portería. Paredes, Caneda, Amelibia y Rico componiendo la zaga. Por delante, como pivotes Remón y Salvador. En la línea de mediapuntas, Espina, Muneta y Coulibaly y como referencia Marcos André. Por su parte, Santana alineó a los siguientes futbolistas: Otaño en portería, Gorosabel, Rekondo, Rodellar y Estrada en la zaga. Esnaola, Mikel Alonso, Ozkoidi, Martins y Juan Domínguez en el centro del campo. Como puntal ofensivo, Galán.

Y así iba a arrancar el duelo. La grada, lógicamente, comenzó el partido ilusionada y pendiente también del partido del Leioa. El equipo local comenzó bien el encuentro. El mazazo llegó desde Lasesarre. Gol del Leioa. Las esperanzas de playoff se reducían al mínimo. El líquido elemento comenzó a mojar el césped de Las Gaunas y los irundarras empezaron a dar muestra de sus intenciones. Lo hicieron con un disparo de Mikel Alonso, que estuvo cerca de ver puerta. En el lado blanquirrojo, los mediapuntas riojanos se mostraron activos así como Paredes en el lateral, probablemente uno de los mejores en el partido de hoy. Poco después, Espina puso a prueba a Otaño, pero el cancerbero del Unión respondió con sobriedad.

Tiempo revuelto, partido cambiante

A mediados de la primera parte, llegó a la capital riojana la noticia del segundo gol del Leioa, que acabaría por enfriar unos minutos a la grada, que asumía que quedar cuarto era casi imposible. La frialdad del ambiente, el viento y el frío contagiaron a los futbolistas durante unos minutos, en los que el encuentro se volvió inestable, como el cielo de Logroño, donde a ratos salía el sol y a ratos llovía con intensidad. Y en esas, Marcos André estuvo a punto de cazar un balón dentro del área y así aprovechar un error de Otaño en la recepción, pero no estuvo fino. Poco después, Coulibaly también probó fortuna, aunque sin encontrar éxito. El Real Unión tocaba, tocaba y buscaba atacar, pero no tuvo grandes ocasiones durante el primer tiempo. Remón estuvo soberbio en la contención. Así, con el arcoiris presidiendo el firmamento de la principal ciudad riojana, llegó el descanso.

Arrancó el segundo tiempo y Coulibaly seguía haciendo estragos cada vez que entraba en contacto con el balón. El africano demostró desborde, pase, visión de juego y como iba a demostrar más tarde, olfato de gol. Minutos después, Muneta rozó la diana pero su disparo fue a dar a la cepa del poste y se perdió fuera del terreno de juego. Viéndose necesitado, Santana quiso arriesgar e introdujo a Thaylor, exblanquirrojo, que fue recibido con una pitada en el Municipal de Las Gaunas. Sergio, por su parte, apostó por la electricidad de Reguilón. El partido era de guante blanco hasta este momento, pero desde la entrada del extremo todo cambió. Thaylor iba a ser el blanco de dos duras entradas. La primera del veteranísimo Caneda, saldada con amarilla. La segunda, un entradón de Carles Salvador, que dejó al Logroñés con 10 jugadores.

Reguilón y Couly pueden en inferioridad

Con 21 minutos por delante jugando con uno más, el Real Unión veía más clara su oportunidad. Pero a Sergio Rodríguez y sus huestes les está saliendo todo, aunque se les va a hacer corta la temporada. Con más jornadas por delante, este equipo 100% se metería en playoff. Pero la realidad es otra y solamente quedan 2. De la nada, Reguilón se sacó de la manga una jugada maestra. El madridista se recorrió toda la banda  y asistió a Coulibaly, quién puso el balón en la red y el delirio en fondo y preferencia, que en estos seis últimos partidos han disfrutado más que en toda la temporada. El resto del partido fue un quiero y no puedo del Unión. Sus atacantes tuvieron ocasiones, pero se encontraron siempre con el mismo muro: Miguel Martínez de Corta. Tras un largo descuento, el Real Unión vio como sus esfuerzos fueron en vano, yéndose los de Gal de vacío hacia tierras guipuzcoanas.

Aspiraciones de ambos conjuntos

Con este triunfo, el Logroñés mantiene vivas sus aspiraciones de Copa, e incluso las de playoff. Para poder meterse en cuarto lugar, el Logroñés debe ganar sus dos partidos que quedan y esperar que el Leioa no sume, que el Real Unión sólo sume 4 y que los majariegos sólo se lleven dos. Prácticamente imposible. La clasificación para el torneo doméstico sí estará más fácil. "Ay, si Sergio hubiera llegado cinco jornadas antes", se lamentaba la afición riojana. Los números están ahí: 22 de 24, seis triunfos seguidos, cinco partidos sin encajar. Pero la carrera se acaba, solamente quedan dos vueltas y los pilotos ya se han alejado casi definitivamente. Próxima estación: Amorebieta en Urritxe.

Tras su derrota, el Real Unión pierde gran parte de sus opciones de llegar a playoff. Los fronterizos están a cuatro puntos a falta de solamente seis en juego. Además, sus rivales directos consiguieron llevarse el gato al agua, por lo que ni un pleno aseguraría a los irundarras cumplir su objetivo. Los de Santana recibirán en el Gal al San Sebastián de los Reyes, en la próxima jornada.

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