Aunque todas las cámaras hayan enfocado a Ruta Meilutyte, en su misma serie de la semifinal ha nadado una gran nadadora, nacida en España: Marina García. No ha seguido el ritmo de la lituana -nadie lo ha conseguido todavía- pero haciendo su carrera, primero en las eliminatorias y luego en la semifinal ha dado al récord de España dos hachazos. Lo ha dejado en 1:07.12, dándole una tregua y no diciéndole hasta siempre, sino hasta luego, o más concretamente hasta mañana.
Marina volverá a nadar mañana esta misma prueba, en la final, una final que se prevé rápida. La velocidad que presumiblemente imprimirán Jessica Hardy, Meilityte o Yuliya Efimova podría favorecer a su marca si consigue seguir el ritmo de las mejores durante al menos los primeros cincuenta metros, algo de lo que es perfectamente capaz.
En estos 100m braza está porque la RFEN le incluyó en la lista pese a no conseguir la mínima A de la FINA en el Open de Pontevedra. Aún destaca más en los 50 y 200, donde sí lo hizo. Nadará las dos pruebas en los próximos días además del relevo mixto femenino.