En el pesaje celebrado en el MGM de la ciudad de las luces, Las Vegas, ambos púgiles entraron en los límites pactados de la pelea, las 147 libras. En juego, el cinturón de diamantes que más de 20 artesanos mexicanos han confeccionado para la WBC. Pero la realidad nos indica que no será lo único en juego, el trono del ranking de los libra por libra y el honor estarán en juego.
El primero en subir a la balanza sería Manny Pacquiao. El filipino, que recibió todo el cariño posible del público, marcó las 145 libras demostrando así que estos pesos le vienen grandes a nivel físico, pero jamás vendrán grandes a su talento.
En segundo lugar, y con abucheos en su propia casa, saltaría al centro del escenario Floyd Mayweather. El norteamericano clavaría las 146 libras, una por debajo del límite, con un físico muy trabajado gracias a su preparador Alex Ariza, mundialmente conocido.
El cara a cara posterior en el que ambos lucieron prendas con sus nombres y patrocinadores se recordará por la sonrisa del filipino frente a la seriedad de Floyd Mayweather. El norteamericano dejó atrás el show para centrarse en el combate, mientras que el 'Pacman' sonreía y agradecía a los fans que la pelea vaya a tener lugar.