El tren del hype ha descarrilado. Gervonta Davis (29-0, 27 KO) venció en la pasada madrugada al joven Ryan García (23-1, 19 KO) en siete rondas en el T-Mobile Arena de Las Vegas. En el combate hubo una gran congregación de personalidades del mundo del pugilismo y del ámbito de las celebridades estadounidenses, y no era para menos. El combate del año acabó con el favorito en las apuestas como vencedor en una noche donde fue superior a su rival, y en la que dio aún más sintomatología de ser, hoy por hoy, un arma tan afilada como precisa y mortal.

Con un recto de izquierda devastador, que en directo no se apreció por la velocidad a la que iba, "Tank" cumplió su palabra y mandó a "King Ry" a la lona en el séptimo round: "Creo que entre el séptimo y el octavo será cuando le pondré fin a la contienda", declaraba Davis al comienzo de la semana para los medios.

Un combate que tomó un rumbo diferente

Comenzaba el choque y el aficionado pudo ver a un Ryan García activo, paciente y que recortaba bien las distancias del ring para encontrar la medida de Davis. Tras un primer round de estudio por parte de ambos, que ganó el propio "King Ry", con el comienzo del segundo episodio llegarían los fuegos artificiales. Unas muy buenas manos de Ryan García comprometían a "Tank", que las recibía como de particular con su mandíbula de granito.

El fin de la segunda ronda estaba por llegar cuando en una intentona por parte de García de volver a conectar a Davis con claridad para asegurar el round, Gervonta conectaba un espectacular overhand directo al rostro del mexicoamericano que lo mandaba a la lona por segunda vez en su carrera profesional. A partir de ahí, la cosa sería otra historia.

Gervonta dio su aviso particular a Ryan García y la pelea se decantaría hacia otro lado. En los cinco rounds siguientes sería el de Baltimore el encargado de llevar el rumbo de la contienda. Con un García más precavido por el frenazo en seco que le había propiciado el knockdown, Davis supo mover a su rival encima del ring con fintas, golpes precisos y buenos recursos cuando el mexicano metía una marcha más. 

 

Un golpe maestro rápido y fulminante como un rayo

El directo de izquierdas que pondría punto y final a la batalla del año fue un golpe bien medido y estudiado. Sobre el ring, y como de costumbre, vimos a un Davis que supo muy bien usar sus recursos, que los perfeccionó y los afiló para esta exigente pelea. Y era de esperar. El americano se deshizo en elogios hacia Ryan García después de la pelea, declarando que fue "su pelea más difícil hasta la fecha".

En el lado de Ryan García pudimos ver a un "King Ry" enfocado, pero que vio sus planes truncados con el izquierdazo del segundo episodio. Quizá por inseguridad o por temor a de nuevo caer, el de Los Alamitos no supo continuar con el gameplan tras el golpe. En su boxeo fallaron algunos golpes, como el hook y el overhand de izquierdas, que tantos problemas dio y tan poco preciso fue. La realidad es que García no supo afrontar el reto que supone "Tank" Davis y cosechó su primera derrota como profesional tras un récord invicto de 23 peleas.

 

Gervonta Davis se reafirma como una amenaza andante

El despliegue que el americano tuvo anoche fue tan preciso como peligroso. El público vio a un Davis enfocado, que supo encontrar su oportunidad y que explotó al máximo la virtud de la paciencia. Los golpes vinieron solos. Con Davis comienza a dar la sensación de estar reviviendo, algo que hace no mucho tiempo pudimos apreciar entre las cuatro cuerdas, como lo fue Floyd Mayweather. Salvando distancias y cada uno con lo suyo, Davis comienza a hacer su nombre y ayer presentó sus credenciales para ser la nueva cara del boxeo.

Fotografía de: Getty Images
Fotografía de: Getty Images

En la rueda de prensa posterior al choque, los periodistas insistieron en que "Tank" diera su opinión acerca de un posible choque en el futuro ante Devin Haney. La respuesta fue magistral: "No quiero ni siquiera hablar de él. Es mi momento, y voy a disfrutarlo", concluyó.