Hace cuatro años una jovencita de 21 años deletiaba al país con un gran recital de natación en la piscina londinense. Mireia Belmonte conseguía dos platas históricas para este deporte acuático. Como una sirena, Mireia nadó para conseguir un objetivo que todo deportista sueña algún día con alcanzar.
En estas olimpiadas, Mireia Belmonte viene con la asignatura pendiente que no puedo conseguir en Londres: alzarse con un oro que encumbraría aún más, su dilatada carrera deportiva con tan sólo 25 años, una auténtica barbaridad.
Seis pruebas le esperan en Río
La nadadora del UCAM Murcia nadará la friolera de seis pruebas. A pesar de que no conseguiría clasificarse para disputar las pruebas de aguas abiertas, la nadadora catalane sera junto a Hosszu y Sjöström las que más pruebas disputen en el evento olímpico: seis, y prácticamente en todas tiene opciones de medalla. A pesar de estar inscrita en todas, su entrenador quiere ser conservador, y podría descartar alguna, aunque conociendo el caracter competitivo y ganador de Mireia, será más que difícil que esto suceda.
A las pruebas en las que conseguiría medalla en Londres, los 800 libre y los 200 mariposa, se le suman los 200 y 400 estilos, el 400 libre y los relevos para disputar en Río. Las metas marcadas por la nadadora son "llegar a la final" y a partir de ahí soñar, viendo sus principales aspiraciones a metal en el 400 estilos y en el 200 mariposa, prueba donde se le ha vistonadar años atrás en dos minutos y cuatro segundos, lo que sería ahora mismo más de un segundo de diferencia con la mejor marca mundial del año en la modalidad, teniendo así una seria opción seria a medalla que Sports Ilustrated no incluyó en las predicciones que realiza a cada país en la cita olímpica
Otro programa largo, en el que se verá la importancia de la recuperación muscular que tantos problemas le daría un año atrás, cuando Mireia, muy a su pesar, tuvo que renunciar a participar en los mundiales del año pasado disputados en la ciudad rusa de Kazán.
Preparación complicada
Mireia tuvo que hacer un esfuerzo y un sacrificio importante para llegar a esta competición en la mejor forma posible: renunciaría a los mundiales para tratarse de la bursitis que le estaba mermando los hombros. De haber competido en Kazan, quien sabe si la nadadora hubiese renunciado a muchas cosas este agosto.
La nadadora de 25 años tendrá en unos días el sueño dorado que lleva soñando durante cuatro años después de haber hablado en plata en la ciudad bañada por el río Támesis.