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Natación Río 2016. Phelps y Lochte: la batalla está servida

Los dos nadadores más grandes de la historia vuelven a verse las caras por última vez. El cielo olímpico ya lo han logrado. Queda por saber dónde pondrán el límite.

Natación Río 2016. Phelps y Lochte: la batalla está servida
Phelps y Lochte celebran su clasificación para Río en el 200 estilos. Vía.- ochocalles.blogspot.com
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Por Jesús Jiménez

Los aficionados a la natación de todo el mundo deben de encontrarse, a pocos días para que den comienzo los Juegos Olímpicos de Río, con un cúmulo de sentimientos encontrados. A lo largo de la última década hemos podido presumir de lo lindo, sacar pecho por haber tenido la inigualable oportunidad de haber disfrutado de los que son, sin lugar a dudas, los dos mejores nadadores que jamás han existido. Michael Phelps y Ryan Lochte, Ryan Lochte y Michael Phelps. El orden de los factores no sólo no altera el producto, sino que lo vuelve aún más espectacular.

Pocas cosas quedan que no se hayan dicho sobre ambos. El niño prodigio de Baltimore y alumno aventajado de Bowman es, por méritos propios, el más grande deportista olímpico de todos los tiempos. En su haber, 22 medallas a lo largo de cuatro Juegos, sumadas a una interminable lista de podios mundiales, americanos y de cualquier competición en la que se le ocurriera participar. Los de Río serán sus cuartos y tristemente últimas Olimpiadas. En la retina de todos sus seguidores quedan a perpetuidad carreras memorables, virajes infinitos, remontadas agónicas y un sinfín de victorias apabullantes. 

Michael Phelps en 2016. Foto: zimbio
Michael Phelps en 2016. Foto: zimbio

Sólo un detalle podía redondear la grandeza de Phelps. A pesar de que su rival más peliagudo ha sido siempre él mismo -y no siempre dentro de las piscinas-, a todo deportista de ese calibre es necesario medirle por la grandeza de sus semejantes. A lo largo de su carrera se ha enfrentado a brutales competidores, los Thorpe, Van den Hoogenband, Càvic, Crocker, Le Clos, Czeh, relevistas francesces y un interminable etcétera formado por toda la flor y la nata de la natación mundial de estos últimos años.

No obstante, si tuvieramos que decidirnos por el contendiente por antonomasia, su compatriota Ryan Lochte sería el elegido por abrumadora superioridad. Posiblemente sus logros no sean tan conocidos ni reconocidos por el gran público. No es fácil abrirse hueco a la sombra del 'Tiburón' aunque ahí está su palmarés: 11 medallas olímpicas -5 de oro- y 18 títulos mundiales, tanto en piscina larga como en corta. Por encima de todo, Lochte, el cuál también se retirará tras Río, abandorará la natación dejándonos la eterna y envenenada cuestión: Si no hubiera existido un Phelps, ¿hubiera tenido Ryan algún techo?

Ryan Lochte y Phelps al fondo. Foto: zimbio
Ryan Lochte y Phelps al fondo. Foto: zimbio

Sea como fuere, la divina dupla norteamericana volverá a deleitarnos donde saben. La piscina olímpica de Río de Janeiro, situada en el complejo deportivo Da Barra Da Tijuca, será el escenario concluyente de la ansiada batalla entre los dos gigantes. Nadarán pocas pruebas, menos de las que acostumbran. Lejos quedan sus calendarios maratonianos de hasta ocho pruebas en una sola semana. Aunque en su día pudieran parecer imperecederos, la edad poco a poco va cobrándose la porción de realidad que le pertenece. No físicamente, pero la inmortalidad y la gloria olímpica ya es suya. Lo único que queda por descubrir es dónde van a colocar el listón para el próximo insensato que se plantee amenazar su reinado.