Son muchas las historias que da la NFL con respecto a los agentes libres no drafteados o UDFAs por sus siglas en inglés. Hemos visto como jugadores que no tuvieron la chance de ser reclutados en alguna de las siete rondas que tiene el Draft resurgir mediante un cambio en la ética de trabajo, o en su posición en el campo, y triunfar en la liga. 

Es así como jugadores importantes para comprender este deporte (como los QBs Warren Moon y Kurt Warner) aparecieron como UDFAs dentro de equipos que los cobijaron para hacerlos crecer como profesionales. Más cercano en el tiempo se puede hablar del héroe del Super Bowl XLIII, James Harrison, quien ha tenido una exitosa carrera con los Steelers. O excepcionales líderes de equipo como Wes Welker, quien jugó tres Super Bowls, o Chris Harris, actual líder de la secundaria de los Broncos. 

Este ranking evaluará las posibilidades de los jugadores en entrar a un roster de 53 jugadores, sea en los equipos que los llamaron a los campamentos o no. 

8. Eddy Piñeiro, K, Florida 

Es difícil sorprenderse con un pateador, teniendo en cuenta que es una de las posiciones más infravaloradas del deporte. Pero Piñeiro simplemente es muy bueno. 

Tal vez sea el jugador en su posición más conocido del Draft, debido a la cantidad de videos que circularon en las redes sociales de la posibilidad que tiene el ex Gator de convertir goles de campo de 70 yardas o más. Esto no debe quitar que Piñeiro no solo tiene la pierna, sino también la precisión para poner la pelota entre los palos, en cualquier lugar del emparrillado. 

Oakland Raiders eligió firmar a Piñeiro, a pesar de tener al italiano Giorgio Tavecchio en su roster. El pateador más preciso de la historia de los Gators de Florida (96.6% en puntos extra, 88.4% en goles de campo) tal vez quede en el equipo como pateador de salida, pero no pasará tiempo hasta que algún equipo de la NFL le dé tiempo como titular. 

7. J.T. Barrett, QB, Ohio State. 

Los Saints contrataron a Barrett y le darán el voto de confianza para intentar ganarse un puesto en el roster final. Pero claramente debe mejorar. 

Si bien es un líder indiscutible, siendo el único jugador en la historia de su universidad en ser elegido tres veces capitán, el ex Buckeye no es un pasador nato. Tiene problemas en completar el pase con presión encima (que no pasaba mucho debido a la sólida línea ofensiva que había en Ohio State), además de que sin presión siempre hace trabajar mucho al receptor para conseguir la recepción. 

Sin embargo, no se puede pasar por alto que el oriundo de Texas promedió casi 3 TDs totales por partido (147 anotaciones en 50 partidos) en su tiempo con el equipo de Urban Meyer. Este dato seguro pasa por la cabeza del staff de New Orleans, que podría incluirlo como un QB3. 

6. Toby Weathersby, OL, LSU. 

Si bien los Eagles tienen dentro de todo una línea ofensiva sólida, no tienen una cobertura detrás de los titulares. Tener OLs competentes esperando por su oportunidad en las diagonales es cada vez más importante en la liga, y Weathersby debería apuntar a quedarse en el roster final de los actuales campeones. 

Pero esta no será una pelea común y corriente. El ex Tigers tendrá que ganarse el puesto desplazando a otros novatos: Ian Park, Aaron Evans, Matt Pryor y el ex jugador de rugby Jordan Mailata. Los novatos están bajo contrato y definirán en los OTAs quien quedará en el primer equipo y quien en la escuadra de prácticas. 

Weathersby tiene la particularidad de que al jugar con LSU ha enfrentado a muchos rivales difíciles, y esto le puede dar un paso a favor con respecto a sus competidores, pero deberá mejorar su movimiento de pies si quiere tener una chance en la NFL. 

5. Matthew Thomas, LB, Florida State. 

El ex Seminole es un diamante en bruto. Tras afrontar un par de lesiones y la muerte de su madre durante sus primeros tres años en el colegial, Thomas demostró durante las últimas dos últimas temporadas por qué fue reclutado por uno de los programas más sólidos de la NCAA. 

El atlético LB ha firmado un contrato como UDFA con los Steelers. Los 162 tackles totales de Thomas convencieron a Pittsburgh para firmarlo, en una posición de necesidad. 

El cuerpo de apoyadores del equipo de Mike Tomlin ha mejorado con la contratación de Jon Bostic, pero como los suplentes nunca han respondido a la hora de reemplazar a Ryan Shazier, Thomas cuenta con la chance de demostrar su valía y hacerse con un puesto en el último campeón de la AFC Norte. 

4. Kevin Toliver, DB, LSU. 

Otro ex Tiger en la lista. Toliver tiene que mejorar más fuera del emparrillado que dentro. Es un jugador conflictivo, pero rindió bien en sus años en el colegial. 

No está preparado para iniciar desde el primer día claramente, pero la secundaria de los Bears, equipo que lo contrato ni bien finalizó el Draft, tiene tan poco talento que un jugador de las características de Toliver puede beneficiarlo a la larga. 

Si supera sus problemas de conducta, formará parte de un equipo que viene reforzándose bien en ambos lados del campo. Si no lo hace, es probable que no consiga lugar ni en Chicago ni en la NFL. 

3. Simmie Cobbs, WR, Indiana. 

El ex Hoosier fue uno de los receptores más infravalorados del Draft. Washington Redskins firmó a uno de los receptores más productivos en la historia de la Universidad de Indiana el día después del Draft, y creo que no tiene de que arrepentirse. 

Cobbs no tiene números espectaculares en cuanto a yardas o touchdowns, pero tiene manos seguras en situaciones calientes como la redzone o un tercero y largo. Además, su producción es casi entera por su cuenta, teniendo en cuenta que Indiana no tuvo durante su carrera a ningún QB destacable en cuanto a precisión de pases. 

Este receptor tiene el tamaño y las manos para jugar en la NFL, solo queda ver si se puede ganar un puesto luego de los campamentos. Washington ha formado un solido grupo en esta posición, pero veo a Cobbs colándose para colaborar en equipos especiales y demostrar su valor en ofensiva. 

2. Luis Pérez, QB, Texas A&M Commerce. 

La historia del mexicano puede que tenga un final feliz llegado los juegos de pretemporada. No solo ha tenido una carrera (sobre todo la última temporada, donde pasó para casi 5000 yardas y 46 TDs), sino que también hay una posibilidad real de que termine en un roster de 53 jugadores. 

Son los Rams de Los Ángeles los que le han dado la posibilidad de mostrarse. El equipo de Sean McVay tiene a su QB titular en Jarred Goff, pero los puestos de QB2 y QB3 están en disputa. Pérez tendrá que medirse con Brandon Allen, quien todavía no ha sumado ni siquiera un pase intentado en la liga, y con Sean Mannion, que estuvo inactivo buena parte de sus dos primeras temporadas en la liga, aunque tuvo un inicio al final de la campaña anterior, con Los Ángeles ya clasificado a los playoffs. 

Pérez es un pocket passer bien clásico, sin mucha movilidad fuera de la bolsa de protección. Sin embargo, 70.6% de pases fueron atrapados, y no le pesó para nada capitanear a los Lions de Texas A&M Commerce al título de División II de la NCAA. 

1. Allen Lazard, WR, Iowa State. 

El ex Cyclone es claramente uno de los mejores jugadores que quedó sin equipo tras el Draft 2018. Pero no solo eso lo catapultará a la NFL: los Jaguars hoy por hoy no tienen bien definido ni siquiera a su WR1. 

Lazard fue muy productivo en su tiempo con Iowa State, con un promedio de 14 yardas por recepción y 26 TDs en sus cuatro años en el colegial. Jacksonville necesita armas en el ataque aéreo, teniendo en cuenta que tanto Allen Robinson como Allen Hurns ya no están con el equipo. 

Quedan todos los campamentos por delante, pero la poca claridad de la situación en el cuerpo de receptores que recibirán los pases de Blake Bortles hace que este un paso delante de los demás UDFAs.