El luchador de 2,10 metros de estatura ha finalizado su contrato con la WWE el día martes, anuncio presentado por la tarde previo al nuevo episodio de SmackDown Live. La noticia llega tras varias semanas especulando sobre el futuro del gigante que no había tenido buena recepción desde su retorno de una lesión. 

Su último combate fue presentado el pasado domingo en el PPV Money in the Bank cuando se enfrentó a Daniel Bryan, con quien había gestado una rivalidad que abarcó desde Greatest Royal Rumble, hasta Backlash y el evento del pasado domingo en Chicago, perdiendo en los tres. El bajón de Cass fue evidente desde que volvió a la acción tras una lesión que lo apartó de los cuadriláteros por 9 meses, siendo transferido a SmackDown donde no pudo alzar vuelo. 

El comunicado de WWE se publicó en el mismo sitio web de la empresa y en sus distintas redes sociales. El anuncio fue corto y claro: "WWE ha llegado a un acuerdo para la desvinculación de William Morrisey (Big Cass)". Lo inusual fue que la empresa no deseó suerte al luchador en sus futuros proyectos, algo que suele hacer cuando concluye contratos con otros luchadores, tampoco se explicó el motivo de su despido. 

Big Cass inició su carrera en la empresa desde NXT, llegando a ascender a Raw junto a su compañero Enzo Amore, con quien tuvo una de las alianzas más emblemáticas de la compañía. Los buenos momentos de Cass acabaron cuando se separó de Enzo (quien también fue despedido) iniciando una rivalidad que concluyó en SummerSlam e incluyó una lesión del Gigante de Queens, quien prácticamente cayó en el olvido hasta su retorno hace un par de meses, de cualquier manera, su regreso no causó ningún efecto positivo y siempre recibió una reacción negativa de los presentes en la arena.