Tras el parón por la disputa del All-Star, hoy regresa la competición regular en una de sus fases clave de la temporada. Con alrededor de 35 partidos por delante, varias franquicias están en la cuerda floja de los playoffs. Sin embargo, hoy destacamos a dos de ellas que, por su arranque de curso, parecían tener un puesto asegurado en la lucha por la Stanley Cup.

Buffalo Sabres

Arrancamos en la conferencia este. Es quizás una de las mayores sorpresas que cabían esperar, ya que el conjunto neoyorquino finalizó la pasada temporada como el peor de toda liga: colista con 62 puntos y una diferencia goleadora de -81. No obstante, la presencia de Jack Eichel como principal estrella y una gran camada de talento joven a su alrededor eran suficiente motivo para, al menos, estar en la pelea. Y así ha sido. ¿El problema? Enero.

El primer mes fue algo dubitativo. Seis victorias y otras tantas derrotas. La llave del éxito estuvo en noviembre, cuando el equipo logró diez victorias consecutivas y alcanzó la cima de la clasificación. Resultaba complicado imaginar un bajón que sumiera en problemas a los de Phil Housley, principalmente porque no decayeron en la primera mitad de diciembre, sosteniendo lo que habían logrado. No obstante, el último mes de competición ha sido una pesadilla. De los recientes 14 partidos que ha jugado Buffalo, únicamente se ha llevado los dos puntos en cuatro. Esta mala racha le ha llevado de lo más alto a estar a siete puntos de los Montreal Canadiens, tercer clasificado en la división atlántica, y a cuatro de los Penguins, que marcan la segunda posición que da derecho a la Wild Card, a día de hoy la opción más viable.

Con una proyección que superaba ampliamente los cien puntos a final de curso, los Sabres no quieren entrar en un selecto grupo de tres equipos en un total de 45, que habiendo conseguido 37 puntos en los 27 primeros partidos en los últimos diez años, se quedaron fuera de los playoffs.

¿Y ahora qué? Los Sabres tienen en juego 68 puntos (34 partidos), de los que se jugarán 18 en el KeyBank Center y 16 lejos de él. Además, a principios de febrero, la franquicia gozará de siete encuentros consecutivos en su pabellón, donde puede estar buena parte de la temporada.

Su primer partido tras los diez días de descanso será en Columbus frente a los Blue Jackets mientras que cerrará el campeonato regular en Detroit visitando a los Red Wings.

Colorado Avalanche

Situación similar a la de Buffalo aunque ligeramente en mejores condiciones. La franquicia del Gran Cañón ocupa la segunda plaza de Wild Card en la conferencia oeste en la lucha mucho más que apretada. Colorado suma 52 puntos, los mismos que Dallas y Vancouver, uno más que Anaheim, dos más que Arizona y tres más que Saint Louis y Edmonton. Los Kings, últimos clasificados, están únicamente a ocho. Se esperan dos meses de competición realmente fascinantes por lograr el acceso a los playoffs.

El arranque de los Avalanche fue brillante, siete victorias en los once primeros partidos, lo que unido a la buena temporada que venían de realizar (entrando en playoffs después de una campaña de 48 puntos), hacía pensar que la franquicia iba a dar un paso al frente y a codearse con los primeros puestos de la división. Nada más lejos de la realidad, el equipo dirigido por Jared Bednar solo ha ganado tres de sus últimos quince encuentros, una marca que ha destruido por completo la felicidad que se había instaurado en Denver.

Es prácticamente imposible dar por eliminado a un equipo de cualquiera de las divisiones central y pacífica por lo que todavía hay mucho en juego. Incluso, los Minnesota Wild, tercer clasificado de la división, es un objetivo más que real a tan solo tres puntos.

Ahora, la franquicia tiene varios días más de descanso, ya que hasta el 2 de febrero no regresa la competición para ellos, cuando reciban a los Vancouver Canucks en el Pepsi Center en un duelo tan vital como urgente por lograr la victoria. Colorado concluirá la fase regular en San José ante unos Sharks que se encuentran en una espléndida forma. En total, los Avalanche tienen por delante 32 partidos (18 en casa y 14 fuera), un total de 64 puntos.

El principal problema: el fondo de armario

Ambos equipos están liderados por sus respectivas estrellas: mientras Jack Eichel y Jeff Skinner son el gran soporte de los Sabres; Nathan MacKinnon, Mikko Rantanen y Gabriel Landeskog mantienen con vida a Colorado. Cuando ellos descansan en sus respectivos bancos, comienzan los problemas.

Para entender de forma más sencilla la vital importancia de estos jugadores en pista, reflejamos las estadísticas de sus respectivos equipos con ellos dentro y fuera del hielo.

Primero, los Sabres han anotado ocho goles menos con Eichel y Skinner en juego, a la vez que han encajado 35 más con ellos en el banquillo.

Respecto a los Avalanche, cuando la primera línea está en acción, el equipo solo ha marcado seis tantos menos que cuando no lo está, mientras que ha recibido 39 goles más con cualquiera de las otras tres líneas en juego.

La actuación de cada uno de ellos resultará clave para el devenir de una temporada que entra en su fase final y que aún puede dar muchas vueltas.