Esta semana la Fórmula 1 llega al precioso e iluminado circuito Marina Bay de Singapur. El Gran Premio de la temporada 2011 no fue determinante para la resolución del título mundial de aquel año, pero sin duda que para el gran protagonista de aquel año, Sebastian Vettel sí que lo fue. Tras la sesión de clasificación, el joven alemán del equipo Red Bull, Sebastian Vettel, consiguió de manera holgada la Pole Position, superando en más de tres décimas a su compañero de equipo Mark Webber. Los dos rivales por el título de Vettel, Button y Alonso clasificaron en 3ª y 5ª posición respectivamente.

Al día siguiente, el día de la carrera, los aficionados y periodistas hacían y repasaban las cuentas matemáticas para que el piloto del monoplaza nº 1 no consiguiese el título de forma matemática y alargar la emoción al menos hasta el Gran Premio de Japón. Estas cuentas descartaban prácticamente a Fernando Alonso de la disputa del título y le daban opciones remotas a Jenson Button, que debía llegar al menos en 2ª posición para seguir en la lucha.

En la salida, Vettel salió como un torpedo y mantuvo sin esfuerzos la primera posición, Button adelantó a Webber en la salida y Alonso pasó a Hamilton, dejándolo como compañero de carrera de un Felipe Massa que tenía muchas cuentas pendientes con el británico. La carrera fue un gran espectáculo en sí, dejando imágenes espectaculares como la embestida de Michael Schumacher a Sergio Pérez o el enésimo encontronazo de Hamilton con Felipe Massa, que dejó al brasileño muy enfadado tras la carrera.

El gran protagonista del día y de la temporada, Vettel, realizó una carrera perfecta, saliendo desde la primera posición de la parrilla e imponiendo un ritmo inalcanzable para sus rivales, sobre todo para un Jenson Button que en pocas vueltas se quedó en zona de nadie, mientras que Alonso tenía serios problemas con los doblados (especialmente con Jaime Alguersuari) para defenderse de un Mark Webber, que se recuperó dignamente de sus problemas en la salida.

Solamente al final del Gran Premio pudimos ver problemas para el alemán de Red Bull, que tuvo un extraño contratiempo en su imbatible monoplaza que le hizo perder la gran ventaja que tenía frente a Button, que se creció ante los problemas de “Seb”, y de no ser por el mal hacer de los pilotos doblados podría haber batido a su gran rival.

No fue así y Jenson entró finalmente en la segunda posición, que junto a la victoria de Vettel dejaba el mundial prácticamente decidido. Pero fue únicamente 1 punto el que separó a Sebastian Vettel de alcanzar matemáticamente el que fue su segundo mundial. Un 10º puesto del de Red Bull en cualquiera de las cuatro carreras que quedaban o la no victoria de Button en esas cuatro carreras otorgarían el mundial al germano, pero ese único punto impidió que en el equipo de las bebidas energéticas sacaran el champán de las celebraciones aquella noche en Singapur.

Una temporada después, Vettel, que venía de abandonar en Monza y casi quedar fuera de la lucha por el mundial, exprimió la nueva versión del RB8 en Singapur e inició un periplo de cuatro victorias consecutivas que finalmente acabaron con el agónico triunfo en el campeonato en el Gran Premio de Brasil por tres puntos de diferencia con Alonso. Esta temporada, Sebastian llega bastante menos presionado, pero él mismo sabe que debe defender todos y cada uno de esos 53 puntos que le separan de Fernando Alonso si quiere hacerse con el tetracampeonato, porque el asturiano cuando ve una debilidad en sus rivales no perdona. Y Vettel ahora tampoco.

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