Al finalizar la temporada 2017 de Fórmula 1 todo parecía llegar al aburrimiento, a los fines de semana sin carreras y sin emoción. Sin embargo, fue justo al terminar dicha campaña cuando se reveló una gran noticia dentro del Gran Circo: Alfa Romeo se uniría a Sauber de manera cooperativa.

La prestigiosa, y mundialmente conocida, marca italiana estrechaba lazos con los suizos para devolver a éstos donde les corresponde: en la lucha por la mitad de tabla y no a ser doblados todas las carreras.

Fréderic Vasseur ha comentando no querer ser, desde Sauber, la marca B de la escudería de Maranello. Quieren ser por ende la opción A de Alfa Romeo. "Los ejecutivos de la compañía quieren ver un equipo Alfa Romeo completamente desarrollado. Ahora usamos motores Ferrari, pero nuestra meta es no ser el equipo B de Ferrari, sino el A de Alfa. De todos modos, aún habrá un puente entre estas dos marcas en la composición de pilotos y la base de tests", recogía la publicación francesa Auto Hebdo acerca de las declaraciones del francés.

Dichas palabras de Vasseur pueden ser algo contradictorias pues recientemente el fundador de Sauber reconocía que seguirían siendo un equipo privado pues la función única de Alfa Romeo sería la de ejercer de patrocinador principal.

Y es que Sauber no puede alardear de resultados y mucho de menos de solvencia económica. La era híbrida les ha pasado factura en cuanto a competitividad se refiere y Vasseur por ende dudó de la rentabilidad de equipos independientes en la parrilla, a pesar del reciente éxito de Force India. "Personalmente no veo cómo, al final, un equipo privado puede sobrevivir en la F1", comentaba Vasseur.

"Los equipos privados pueden tener un par de temporadas buenas, como Force India ahora, pero al mínimo indicio de crisis, toda la ilusión puede derrumbarse. Gracias a la cooperación con Alfa Romeo, nuestro equipo tiene un rumbo estable", finalizaba el francés.