Si en algo destaca el campeón del mundo en 1997, Jacques Villeneuve es en no dejar indiferente a nadie con sus declaraciones. La última del canadiense fue dejar caer que el piloto Robert Kubica estaría conspirando para, desde su función como piloto probador de la escudería Williams, desarrollar el coche en beneficio propio de manera que perjudique a los dos pilotos titulares, para que que con un coche difícil de conducir, los resultados de sus compañeros no fueran buenos y así poder ocupar su puesto.

La acusación de Villeneuve es grave y el compañero de equipo del polaco y recién llegado Sergey Sirotkin, ha dado la cara ante su compañero de equipo, aunque tampoco es algo que se pueda demostrar, Sirotkin muestra su confianza en las buenas artes del polaco: "Es técnicamente posible, pero conozco a Robert y él es un buen tipo así que no lo haría. Además, en su trabajo siempre está tratando de mejorar el monoplaza, no sólo de mejorar su propio rendimiento. Así que incluso si quisiera, creo que físicamente no sería tan fácil."

Ambos pilotos titulares, tanto Stroll como Sirotkin, se enfrentan constantemente a la duda sobre su rendimiento al ser catalogados constantemente como pilotos de pago, lo que también dificulta su adaptación a un mundo tan complicado como es la Formula 1, y esto se vio en su papel en Albert Park, donde el piloto ruso califico penúltimo y apenas corrió durante unas vueltas, mientras que Stroll, a pesar de calificar en decimotercer lugar quedó únicamente delante del Toro Rosso de Hartley en un Gran Premio en el que ni pilotos ni coche estuvieron a la altura que se le presupone a una escudería como Williams, que ha comenzado la temporada de una manera nefasta y con mucho trabajo por delante en todos los ámbitos