Reciéntemente se publicaba una oferta de la FIA en la que se buscaba un nuevo proveedor oficial de la Fórmula 1 entre los años 2020 y 2023. Esta oferta puso el foco en un fabricante en especial: Michelín.
Michelín no ha descartado la posibilidad de volver al Gran Circo en la que sería su tercera etapa en la categoría reina del motor. La primera etapa fue entre 1977 y 1984 (8 temporadas) mientras que la segunda, más reciente, fue entre el año 2000 y el año 2006.
Esta tercera etapa empezaría en 2020, pero ya hay programado un cambio en el tamaño de las llantas, que pasaría de 13 pulgadas en 2020 a 18 en 2021. Este punto colisiona con los intereses de Michelín, que no estarían dispuestos a fabricar neumáticos con llantas de 13 pulgadas para un solo año: "Estamos en contra de las ruedas de 13 pulgadas porque no encajan con nuestra visión. Además, tener que crear ruedas de 13 pulgadas para una temporada sería una pérdida de tiempo y dinero, y esto es un punto de bloqueo bastante grande", comentaba un portavoz de la marca francesa
Otro punto de discordia entre Michelín y la Fórmula 1 es la degradación de los neumáticos. Desde la Fórmula 1 se pide que el neumático tenga una alta degradación para así poder realizar más paradas en boxes. Por el contrario, Michelín quiere neumáticos con baja degradación que permitan a los pilotos conducir al límite de las posibilidades de los monoplazas, sin pensar en el ahorro de las gomas.
El portavoz agregó: "Un neumático que se desgasta después de algunas vueltas no es algo que pretendemos producir. No somos grandes admiradores de la alta degradación", concluía el portavoz de Michelín.
Michelín dejaba la Fórmula 1 en 2006 tras la decisión de la FIA de tener un único proveedor de neumáticos para 2007, pero intentó volver en 2011, cuando terminó el contrato de Bridgestone. Algo que no acabó en buen puerto, pues los franceses pusieron como condición no ser el único fabricante de la categoría, a lo que la FIA se negó rotundamente, decantándose finalmente por la marca italiana Pirelli.
Pero la relación entre la Fórmula 1 y Michelín ha tenido momentos gloriosos en los trazados del mundo.
En 1977 Michelín introdujo neumáticos radiales cuando Renault hizo su entrada en Fórmula 1 de la mano del RS01. Estos neumáticos ganarían su primera carrera en 1978, siendo montados por el Ferrari de Carlos Reutemann
La segunda etapa de Michelín en la Fórmula 1 comenzaba de manera convulsa, pues supuso el final de los neumáticos lisos, pasando a utilizarse neumáticos con surcos, lo que provocó gran polémica entre los pilotos.
Pero la mayor polémica llego en el Gran Premio de EEUU en 2005, cuando los coches que montaban Michelín no formaron parte de la carrera al no poder asegurar la integridad de los neumáticos en la última curva del circuito de Indianápolis. Esto supuso uno de los momentos más negros y surrealistas de la historia de la Fórmula 1.
A pesar de ello esta segunda etapa terminaba con un grato sabor de boca para Michelín, pues la escudería Renault y Fernando Alonso se llevarían los títulos de pilotos y constructores de 2005 y 2006, mostrándose superiores al otro fabricante de la época, Bridgestone, que había conseguido el título entre los años 2000 y 2004.