Sólo 17 añitos contemplan a una joven pero talentosa promesa de la natación paralímpica española. La historia de Nuria Marqués, como la de muchos participantes de estos Juegos Paralímpicos de Río 2016, es una historia de superación y tenacidad, no muy frecuente en chavales tan jóvenes.
Desde los nueve años se ve obligada a caminar con una prótesis en el pie izquierdo al tener que sufrir una amputación por tener el fémur más corto que el otro. Eso no fue impedimento para comenzar su idilio con el líquido elemento desde pequeña y con niños sin ninguna discapacidad.
Uno de sus referentes de siempre es la también nadadora paralímpica española Teresa Perales, a la que admira desde que tiene uso de razón, y a la que parece seguir en su racha de preseas. Son sus primeros Juegos y aún la faltan cinco pruebas por nadar. Casi nada.
La prueba de los 400 metros libres S9 (deportistas con discapacidad física o paralísis cerebral leve) disputada en el Centro Acuático de Río de Janeiro no pudo ser más apretada. Controló los nervios pero Ellie Cole, toda una veterana con diez medallas a sus hombros, a punto estuvo de superar a la joven de 17 años que se consagra como debutante en unos Juegos. En tercera posición terminó la china Jianling Xu.
“Ha estado muy apretado, ha sido muy difícil. No me lo imaginaba por nada del mundo. He trabajado durante toda la temporada para llegar a Río a con mi máximo nivel. Espero seguir mejorando mis marcas en el resto de pruebas” declaraba la catalana tras la prueba, aún sin creer lo que había conseguido.
Actual subcampeona de 400 metros libre a nivel europeo y mundial, debutante en unos Juegos Paralímpicos y quinta en las series de clasificación, no ha hecho más que abrir boca con esta prueba, para la que declaraba a los medios españoles que “su entrenador (Carlos Quevedo) es el que me ha estado apoyando durante todo el año cuando peor estaba y cuando mejor estaba, así que gran parte del trabajo también es suyo y estoy muy agradecida por ello”.