Como ya viene siendo habitual en los últimos años, después de dos duras semanas de Roland Garros, Tommy Robredo se marcha a Olot (Girona), su tierra natal, para desconectar, dirigir el Memorial Santi Silvas y para cumplir el sueño de su buen amigo Santi. Un accidente de tráfico dejó a Santi Silvas en una silla de ruedas. A partir de ese momento, encontró en el tenis, un deporte que había practicado al lado de Tommy, un estímulo para seguir adelante. Luchó y peleó por el tenis en silla pero no logró crear nunca un gran evento de esta categoría. Después de su muerte en el año 2008, Tommy Robredo y su equipo tomaron las riendas para cumplir el sueño de Santi y, en junio de 2009, organizar un torneo de tenis en silla internacional.
Un accidente de tráfico dejó a Santi Silvas en una silla de ruedas
El torneo es una realidad, y se ha consolidado a lo largo de los años, como una referencia en el circuito de tenis en silla.
Desde hoy jueves y hasta el próximo domingo, en el Club Natació Tennis Olot, se pueden ver a los mejores jugadores del Circuito Wheelchair de la ITF. Un deporte diferente, lleno de lucha, sacrificio y esfuerzo por parte de todos los tenistas. El Memorial Santi Silvas cuenta con los privilegios de cualquier otro torneo profesional. Como bien dice Tommy Robredo, quiere que su torneo sea lo más parecido posible a un Godó. El torneo cuenta con sala de jugadores, zona comercial, árbitros profesionales, recogepelotas y cámaras de televisión. Es increíble el tenis que pueden desplegar los tenistas subidos en una silla. Además, durante los cuatro días, se organizan charlas de los tenistas y clinics para que los jovenes disfruten de este acontecimiento que se ha convertido en una referencia en La Garrotxa. Todas estas actividades, hacen que el Memorial Santi Silvas sea mucho más que un simple torneo de tenis, donde los valores se consideran fundamentales.
Los mejores jugadores del circuito lucharán durante los cuatro días para coronarse campeones en Olot. El máximo favorito, es el argentino Gustavo Fernández, vigente semifinalista de Roland Garros. Es sin duda el jugador más temido por todos los jugadores, que durante la competición comparten harmonía y deportividad.