Último partido del hexagonal final del Campeonato Sudamericano sub-20 para los dos equipos. Argentina necesitaba un milagro, marcarse un goleada de escándalo ante la mejor defensa de todo el torneo.  Por su parte, la Vinotinto de Rafael Dudamel tenía toda esa ventaja y podía jugar ante la presión albiceleste para terminar de hacer válidos sus boletos para el Mundial de la categoría que se disputará este año en tierras asiáticas.

Como se esperaba, con el orgullo dolido y un gran coraje, los argentinos salieron a por todas desde los primeros minutos del encuentro para buscar un gol tempranero que les diera esperanzas de obrar el milagro. Sin embargo, no eran muchas las ideas que tenían y muy poco pudieron acercarse al arco de Fariñez, aunque la defensa criolla se mostraba un tanto dubitativa.

Con un empuje soberbio y con mucho mérito la Albiceleste de Úbeda metió a la selección venezolana contra su propio arco, su presión alta y la movilidad de todos sus jugadores encerró a los chicos de Dudamel contra el área. Pero no llegaba con claridad, eran escasos los disparos a meta de los argentinos y todos eran repelidos con desdén por parte de Fariñez, arco seguro.

La primera parte transcurrió así, Argentina presionaba y se lanzaba al ataque y los venezolanos se sentían inseguros como no lo habían hecho en todo el Sudamericano, los sureños amenazaban con irse arriba. Aunque a falta de tres minutos para el término de la primera mitad todos los intentos de Argentina dieron su fruto: Lautaro Martínez controló una pelota en el área venezolana y con mucha jerarquía la cruzó para batir al meta Fariñez.

Este gol les dio esperanzas a los chicos de la Albiceleste y si fue así, entonces el gol que marcó el mismo Martínez al minuto 45, fue una inyección de adrenalina y fe en estado puro. El delantero de Racing de Avellaneda le dio la dirección perfecta con la cabeza a un centro para bombearlo por encima de un adelantado Fariñez.

Para la segunda mitad la selección venezolana salió mejor parada, se plantó mucho mejor en la cancha e hizo más difíciles las conexiones en Argentina, aunque éstos siguieron con el control del juego. La segunda mitad cayó en una lentitud tremenda, Argentina no consiguió generar el mismo volumen de juego que en la primera parte y el tiempo iba en su contra.

Conforme pasaban los minutos los criollos se sabían en Corea, Argentina entraba en la desesperación y eso hacia el encuentro muy poco vistoso. Muchos balones largos de Venezuela, lo que fue su tónica en todo el juego, y la Albiceleste nada que conectaba. Además cuando lo hacía se encontraba con un muro, el arquero del Caracas FC, Wuilker Fariñez.

Así se cerró el compromiso, no sin una respectiva dosis de nervios debido a las llegadas de Argentina, pero siempre estuvo el portero para resolver cualquier situación. La selección sub-20 de Venezuela consiguió su pase al Mundial de Corea del Sur, logro merecido por todo el tiempo de trabajo. Casi dos años, dos navidades fuera de casa , pero tuvo su recompensa. ¡Grandes!