La tercera edición del “Derby del Lago” no defraudo en cuanto a espectáculo futbolístico. Ambos equipos buscaron controlar desde su propuesta y estilo entendiendo bien las capacidades que tenía el rival para hacerles daño pero, con un factor común que los emparejó: La escasa generación desde las posesiones largas de la pelota.
El cojunto petrolero fue una bestia hambrienta en los primeros 5 minutos del partido encerrando a su rival para neutralizarlo y alejarlo del arco de Renny Vega. El 0-1 aparece en un tiro de esquina donde Unrein logra cabecear y encontrar a Edixon Cuevas, que con su jerarquía, logró superar a su marcador y anotar. Bajó el telón y el partido fue otro.
El Deportivo JBL, fiel a su estilo, encontró el domino del juego con el ataque posicional con mucha movilidad de los mediocampistas y delanteros aprovechando la separación que existía entre los volantes de primera línea del Zulia con Arango, Orozco y Savarino. Un control total, interrumpido por el tiempo de hidratación, donde el empate parecía ser un resultado más justo. El 2x1 en las bandas que hacía el conjunto local le hizo mucho daño a Rivillo que, sin el apoyo de Savarino, se veía superado hasta cuando Junior Moreno abandonaba su posición de mediocampista para hacer marcaje de apoyo. Por izquierda, Notarroberto encontró mayor tranquilidad cuando Cuevas le cubría las espaldas pero no estaba cómodo cuando Ibarra se posicionaba en medio de ambos y comenzaba a buscar un juego más físico.
El primer tiempo terminaba con un resultado injusto y un gol casual pero con impresión de que el JBL podía empatar el encuentro pero tampoco encontraba esos duelos individuales en donde se podía marcar diferencias.
El segundo tiempo comenzó como terminó el primero. El JBL tenía la pelota mientras que, el Zulia parecía cómodo con los contragolpes de Savarino y Orozco pero. El 1-1 llega con un golazo de Eduardo Rodríguez de tiro libre, un resultado merecido que obligaba al conjunto visitante a salir de la cueva en donde lo habían escondido. El partido se emparejo cuando ambos comenzaron a luchar por el dominio, no por la pelota y con Orozco apareciendo más en la zona de definición.
El partido no cambiaria en el desarrollo pero si en el resultado. El 1-2 y el 1-3, ambos anotados por Yohandry Orozco, fueron goles que aparecieron en jugadas aisladas del partido: Una llegada desordenada donde los rivales fueron esclavos del mismo desconcierto y con un centro de Arango ya cuando el rival tenia uno menos y los minutos de añadido estaban corriendo. El JBL controló pero no pudo marcar la diferencia.
La aparición de Orozco
Pese a que todas las miradas se centraran en la llegada de Juan Arango, el fichaje de Yohandry Orozco se ha convertido en el mayor acierto de la administración zuliana. Ha marcado la diferencia desde el comienzo apareciendo en cada una de las facetas del juego con mucha inteligencia en los momentos del partido en donde, el Zulia necesita tomar un respiro y cambiar el ritmo.
El lateral derecho del Zulia
Con la reaparición de Rivillo por la banda derecha zuliana, uno podía imaginarse que todo lo que sufrió el equipo cuando el juvenil Torín cubría esa posición no volvería a ocurrir. Pues no es así, las libertades que se le otorgan a Savarino y su poco apoyo en defensa genera que el lateral por derecha no encuentre el apoyo para no sufrir en los 2x1 del rival.
Escasa profundidad
Cuando el JBL tomaba la posición de la pelota, hasta puedo tenerla un 70% del partido, no conseguió encontrar y generar los espacios en las líneas rivales. Las bandas, pese a que el Zulia sufre cuando lo atacan con transiciones rápidas, no fueron explotas por Gaviria ni por Carrillo obligando a los internos a buscar el arco desde los disparos de larga distancia.