Hay de nuevo cosas balanceadas en la Sultana del Norte. Rayados sanó la herida de lo sucedido en diciembre del 2017 y dio cuenta de Tigres en la Final de la Concachampions con marcador global de 2-1. Por cuarta ocasión en su historia, Monterrey es el rey del área de CONCACAF y ahora con el plus de haberlo logrado ante su acérrimo rival en la cancha del Estadio BBVA.

Con un ambiente inmejorable, la afición albiazul muy metida apoyando desde el calentamiento y presionando en todo momento al rival, había pasión desbordada por la oportunidad de una revancha ante los felinos que ya conocen qué es ser Campeón en el ‘Gigante de Acero’.

Arrancó el encuentro y con ello algo de ‘sparring’, un poco de análisis entre ambos para ver de qué cuero podían salir más correas. Peligro al 16’, en un centro por la banda derecha, Carlos Salcedo por poco comete autogol y Nahuel Guzmán respondió bien para mandar a córner.

Al 25’ penal bien marcado por falta del Luis Rodríguez sobre Rodolfo Pizarro. La duda sí apareció en la casa rayada ¿Cobraría Avilés Hurtado para acabar con los fantasmas? No, el héroe de la noche otra vez sería Nicolás Sánchez. Definición excelsa desde los once pasos para el 1-0; el BBVA era una sucursal del manicomio.

Ligera respuesta felina al 33’ con un Salcedo que quería revancha pero el disparo de media distancia no es lo suyo. Buscó su oportunidad pero se fue muy por encima de la cabaña defendida por Marcelo Barovero. Tiempo de irnos al descanso.

Para el complemento no había más, André Pierre Gignac debía estar en la cancha y su ingreso fue clave en el encuentro. Al 55’ la atajada probablemente del torneo. El 'Chaka' sacó un magistral centro, el francés hizo un remate de cabeza excepcional y ‘Trapito’ hizo una atajada de gente grande, siendo la jugada clave de la Final.

El suspenso fue en aumento y ahora un par de jugadas de locura en el ‘Gigante de Acero’. Primero en remate dentro del área que el ‘Patón’ parece termina controlando el esférico ya dentro de la portería y posteriormente, en un contragolpe, Guzmán fiel a su estilo, adelantado, y Rogelio Funes Mori lo clareó con un tiro alto que terminó pegando en el travesaño.

Cuando todo parecía resuelto, Gignac aumentó el drama con un bestial gol, definiendo de tijera con técnica depurada el tanto que acortaba la distancia pero ya era muy tarde. RAYADOS ES CAMPEÓN y el BBVA vivió una noche que será imposible de olvidar.