Tras la traumática salvación de la campaña pasada, el Celta debía reestructurar la plantilla en busca de mayor estabilidad y dar un paso hacia objetivos más ambiciosos. La primera decisión importante tomada en los despachos fue la no continuidad de Carlos Carvalhal al mando del equipo, en su lugar, Rafa Benítez recalaba en Casa Celta.
La llegada del técnico madrileño presagiaba un esfuerzo económico en lo que a fichajes se refería, además ya se contaba con la posible venta de Gabri Veiga. La marcha del porriñés a pocos días del cierre de mercado dejaba en las arcas celeste unos 30 millones aproximadamente.
Todos estos factores invitaron al optimismo de la afición celeste que confiaba en que el club invirtiese en busca de aumentar el nivel competitivo del equipo. Pero, a falta de 11 jornada para el término del campeonato de liga, los resultados no están siendo los esperados y la plantilla parece haberse quedado algo corta.
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El abanico de opciones en la zaga
Empezamos por la portería donde el Celta sufrió cambios destacados, Guaita llegaba libre desde Inglaterra, mientras que Marchesín abandonaba el club en el mercado invernal. En los primeros encuentros de la temporada, Iván Villar fue el encargado de defender la meta celeste, pero un fallo ante el Atlético de Madrid le abrió las puertas de la portería a Guaita. Desde su debut como titular ante el Girona, el portero valenciano no ha abandonado la puerta celeste y ha aumentado significativamente el nivel respecto anteriores campañas.
En la línea defensiva, el Celta sumaba a Starfelt a una completa lista de centrales compuesta por Aidoo, Unai Núñez y Carlos Domínguez. La lesión del ghanés supuso un gran problema para Benítez, que perdía uno de sus grandes baluartes defensivos para lo que restaba de temporada. La baja del africano junto a los puntuales errores de Starfelt o Núñez convierten a los centrales celestes en un tándem poco fiable. La buena noticia en este ámbito ha sido Carlos Domínguez que ha terminado por asentarse como futbolista del primer equipo.
Hugo Mallo y Javi Galán se despedían del Celta el pasado verano, dejando un gran vacío en ambos laterales. En sustitución del capitán, la dirección deportiva optó por confiar en Óscar Mingueza y Kevin, pero el cambio de posición del catalán y el bajo nivel del nigranés obligó al Celta a recurrir al mercado invernal. Manquillo llegaba libre desde el Newcastle United, sin apenas jugar en los últimos dos años, pero en este poco tiempo ya ha demostrado tener el potencial para ser un futbolista importante para Benítez.
El flanco izquierdo fue reforzado con Manu Sánchez y Mihailo Ristic, que se han ido alternando titularidades en lo que llevamos de campaña. Si consideramos la ausencia de un suplente para Javi Galán en años anteriores, la presencia de dos laterales de cierto nivel en plantilla es un paso hacia adelante respecto a la campaña pasada.
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La paradoja del mediocentro creativo
La irrupción de Gabri Veiga eclipsó una de las lagunas que arrastra la plantilla del Celta desde la forzada salida de Denis Suárez. Sin ser Veiga un futbolista excesivamente creativo, supo adaptarse a esa posición por delante del pivote, convirtiéndose en un enlace perfecto con Iago Aspas y compañía. La marcha de Gabri volvía a crear la necesidad de contar con un futbolista distinto en la zona de creación, como en su época lo habían sido Krohn-Dehli, Fabián Orellana, el 'Tucu' Hernández o el propio Denis. Pero ese perfil no llegó.
En la medular las noticias positivas llegaron de la mano de Renato Tapia, que parece haber recuperado el nivel mostrado en su primer año en Vigo. La irregularidad de Beltrán, el contrato del peruano, la lesión de Dotor y la no apuesta de Benítez en Sotelo invitan a pensar que el Celta buscará reforzar el centro del campo en el próximo mercado.
Si miramos a los costados, el Celta acumula bastantes futbolistas. pero ninguno acaba de ser indiscutible para su entrenador. En la banda derecha, los celestes han perdido las esperanzas con Carles Pérez, pero cuentan con el recién fichado Tadeo Allende, el sorpresivo Mingueza y un Miguel que no cuenta mucho para Benítez.
Para el costado izquierdo, el Celta ha recuperado recientemente a Bamba, que estaba disputando la Copa África con su selección. Ante la ausencia del costa marfileño, De La Torre se convirtió en el dueño de la banda, superando a otros futbolistas como Franco Cervi o el canterano Hugo Álvarez. Bamba está llamado a ser importante en este equipo y se espera que aumente el nivel mostrado en la primera parte de la campaña.
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Confianza plena en los de arriba
Si hablamos de delanteros en Casa Celta seguramente lo estemos haciendo de la posición mejor cubierta de toda la plantilla. Es cierto que estamos ante la peor temporada numéricamente hablando (5G, 5A) de Iago Aspas en los últimos 9 años, pero esto ha coincidido con la confirmación de Strand Larsen. El noruego ya cuenta con 11 participaciones de gol y se ha convertido en un fijo para Rafa Benítez.
La dupla Larsen-Aspas está más que asentada en el once celeste, pero debemos mencionar a Douvikas y Swedberg. El griego recaló en Vigo por más de 12 millones de euros y entre Liga y Copa suma 10 tantos. En el caso de Williot, el joven sueco anota un gol en liga por cada 41 minutos disputados.
En conclusión, el Celta cuenta con una plantilla bastante extensa pero con varios puntos a reforzar. Necesidad urgente de que alguien de un paso hacia adelante en determinadas posiciones del campo, como el defensa central o los extremos. Y también es obvio que los vigueses deberán sondear el mercado en busca de reforzar posiciones como el mediocentro o el lateral derecho.