Puede impresionar la poca cantidad de peleas que se cuentan en el historial de Jessica McCaskill (5-2, 3 KO). Pero la respalda una buena trayectoria en el amateurismo. Ganó en 2010 los Golden Gloves de St. Louis. Después de radicarse en Chicago (Illinois) en 2012, obtuvo allí el mismo premio en la 140 libras en 2014 y 2015. Abandonó el amateurismo con un récord de 23 victorias y 3 reveses.

McCaskill tuvo, como tantos otros boxeadores, una infancia corta y difícil. Se vio casi forzada a madurar muy rápido. Fue criada junto a su hermano por su tía abuela Christine, a quien llama “Mamá”. Su malestar económico fue tal que durante un tiempo tuvieron que vivir en la parte trasera de una iglesia, porque no tenían dinero para pagar un alquiler. A pesar de las dificultades, Christine logró recuperarse y se mudaron a Belleville, Illinois. Allí, Jessica pudo terminar el colegio e ingresó a la Southern Illinois University.

Fue en 2012 que McCaskill se mudó a Chicago, tras haber conseguido un puesto en R.J O’Brien & Associates como analista de informes regulatorios. Es allí cuando recién pudo inclinarse por la esgrima de los puños.

Tras una fructífera carrera amateur, pasó al campo rentado el 22 de agosto de 2015 con 31 años. Fue en el Horseshoe Casino, en Hammond, Louisiana. Allí, venció por knock out técnico en el segundo round a la también debutante Tyrea Nichole Duncan.

McCaskill llegó a los ojos de todo el mundo el año pasado. Precisamente, el 13 de diciembre de 2017. Con solo 6 batallas profesionales, subía a pelear por un título del mundo. Su adversaria era la campeona liviana de la Asociación, Katie Taylor (10-0, 5 KO), oro olímpico en Londres 2012 en 60 kg. Taylor venció con claridad, pero sorprendieron a propios y extraños la potencia de la norteamericana, que por momentos logró dañar a la campeona. La irlandesa se impuso por decisión unánime (97-92 por duplicado y 98-91).

Lo que también hizo al espectáculo fue el cómo McCaskill consiguió que le dieran la pelea. Lo más llamativo fueron dos cosas que hizo. Primero, le envió una gallina de goma al campo de entrenamiento de Taylor. Después llevó todo a otro nivel. Publicó en su cuenta de twitter una foto con una caja de leche. En uno de los lados de la caja, había una foto de Katie Taylor. Sobre ella, resaltaba la palabra “MISSING” (desaparecida). Debajo, informaba: “Ojos: Marrón. Pelo: Marrón. Altura: 5-5. Peso: 135”. Las otras oraciones pedían que “Si puedes identificar a esta mujer, por favor reporte toda información que pueda tener a Body Shot Boxing Club, Team McCaskill, 312-888-9122”.

pic.twitter.com/i9IbsFnfxY

Esta noche tendrá una segunda oportunidad. En el Wintrust Arena de Chicago, enfrentará a la "Pantera" Érica Farías (26-2, 10 KO), por el título mundial superligero del Consejo Mundial de Boxeo.