En 2015, Sarmiento volvió a decir ‘presente’ en la primera división del fútbol argentino luego de 34 años en donde mayoritariamente alternó entre la B Nacional y la B Metropolitana. Con Sergio Lippi en el banco, el Kiwi logró ser regular y el 30 de noviembre del 2014 logró el ascenso para cumplir el sueño de volver a estar entre los mejores del deporte nacional.
A diferencia de todos los equipos, la principal fortaleza del conjunto de Junín en 2015 fue jugar de visitante. Fuera de su casa sumó 17 de los 45 puntos posibles y de los 30 sumados a lo largo de la temporada. Con esta suma, integró el Top 15 (12°) en producciones en territorio rival, por lo que su falencia claramente estuvo ante su gente: sumó 13 unidades para ser el peor elenco del año en su ‘fortaleza’.
Su mejor momento en la temporada llegó entre mitad de marzo y mediados de abril. En ese plazo, el conjunto bonaerense sumó 12 de los 15 puntos que disputó con triunfos ante Crucero del Norte (2-1), Quilmes (4-0), Unión (1-0) y Arsenal (2-0). Su única caída fue ante Belgrano en Córdoba por 3-1.
El problema fue que, luego de este plazo, el club debió esperar cinco meses para volver a sumar de a tres. Con 6 empates y 6 derrotas en el medio, volvió a festejar justamente fuera de casa ya que en Santa Fe venció a Colón por 1-0. Luego de los siguientes nueve puntos sumo seis por los triunfos ante Defensa y San Martín. Finalmente, su temporada acabó con cuatro derrotas consecutivas y no pudo ingresar a la Liguilla Pre-Sudamericana -quedó a 3 puntos de Argentinos, el último clasificado-.
De cara a la temporada cuyo inicio es inminente, Sarmiento hizo un cambio profundo en su plantel aunque mantuvo en el banco a Sergio Lippi, quien renovó contrato hasta diciembre del 2017 antes de terminar el último año.