Desde el inicio del partido se mantuvo una constante: la posesión a favor de River. Es que el Millonario controló la pelota durante más tiempo, y generó lapsos de más de un minuto en los que Independiente no podía recuperarla. Pese a esto, los dirigidos por Marcelo Gallardo tuvieron solo dos chances claras: una de Pablo Solari atajada por Milton Álvarez, y un remate esquinado de Agustín Palavecino. Con el correr del reloj, el Rojo se metió en el cotejo y empezó a llegar al arco custodiado por Franco Armani, quien le contuvo un tiro a Leandro Fernández y un cabezazo a Leandro Benegas. La defensa local dejó varias dudas, con errores en la salida de parte de sus integrantes, y dificultades en la marca de Solari para Lucas Rodríguez. Tomás Pozzo y Damián Batallini intercambiaron de banda durante el encuentro, siendo de lo mas destacado por su compromiso y generación de ocasiones, en un equipo que tardó en hacer pie, pero que logró poner en apuros a la visita, terminando mejor el primer tramo.

En el complemento, más allá de una temprana insinuación de Benegas y un disparo flotado de Batallini, el rendimiento del Rey de Copas decayó y no pudo llegar con claridad al área rival. Los cambios efectuados en la Banda (ingresos de Miguel Borja, Nicolás de la Cruz, Bruno Zuculini y Matías Suarez) fueron un factor clave en el resultado final, ya que participaron en la mayoría de ataques de los de Nuñez que ganaron el mediocampo, y recuperaban la pelota rápido. Por el contrario, las modificaciones en los de Avellaneda no gravitaron (Rodrigo Márquez, Gabriel Hachen, Lucas González y Juan Cazares), con un Chila errático y los demás jugadores con escaso aporte a la ofensiva. Una incidencia, promediando la hora de partido, es que el V.A.R le avisó al árbitro Fernando Rapallini de un posible penal contra Borja que el juez revisó y decretó inexistente. Por otro lado, cuando Esequiel Barco (surgido en el dueño de casa y campeón de la Copa Sudamericana en 2017) fue reemplazado, los hinchas lo aplaudieron, y este respondió levantando una mano, algo que fue tomado como indiferencia por los simpatizantes. Independiente estuvo impreciso en los pases largos, algo a lo que recurrió mucho ante la falta de claridad para salir jugando. Los dirigidos por Julio César Falcioni se metieron cada vez más atrás, y le dieron más espacio a River para avanzar, defendiendo los últimos 10 minutos sin pasar mitad de cancha. Superados los 90 minutos llego el gol de la derrota: Suarez aprovechó un mal despeje de González y un rebote, tras disparo de Zuculini, para vencer a Álvarez y darle los tres puntos al rojiblanco. El Diablo no pudo sostener el ritmo del primer tiempo, e inició el nuevo ciclo del Emperador con una caída en un clásico.

Con este resultado, el Rey de Copas se mantiene en el fondo de la tabla de posiciones con sólo 11 puntos. El siguiente cotejo será ante Lanús el próximo sábado a las 18 , en el estadio Nestor Díaz Perez.

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