El Real Madrid dio un paso de gigante para ganar la liga regular al vencer por un holgado 67-94 al Baloncesto Fuenlabrada. Los blancos sufrieron la baja de última hora de Bouroussis, que sufrió un esguince leve en un entrenamiento previo, pero la intimidación de Slaughter y Mejri y el poderío de Felipe Reyes hicieron olvidarle en la pista. El Fuenlabrada por su parte cae a la 16ª posición con 11 triunfos y 20 derrotas, tras un duelo en el que sucumbieron por su endeble 18% en triples.

El choque pudo tener un comienzo catastrófico para los merengues: Rudy Fernández sufrió un golpe en la mano al caerse tras sufrir una antideportiva de Feldeine en un mate al contraataque. Los gestos del mallorquín auguraban malos presagios con los duelos ante el Barcelona en el horizonte. Todo quedó en un mero susto, ya que el alero blanco pudo regresar a las cancha sin problema.

Pólvora mojada contra la fortaleza blanca

El fantasma de la lesión de Rudy ensombrecía un gran inicio blanco. La falta antideportiva de Feldeine brindaba un parcial de 0-5 que abría distancias ante un Fuenla agarrotado. Los locales se encontraban con la pólvora mojada, mientras el Real Madrid imponía su talento en el 1x1 para abrir una distancia de 2-9 mediado el primer parcial.

Rudy pudo regresar a la cancha sin problema

Panko (12 puntos) cogió las riendas del encuentro y el conjunto de Luis Casimiro recuperó el carácter que tanto les ha dado en casa para aprovechar un apagón visitante y colocarse 8-11 a 4:40 del cierre. No era más que el ojo del huracán. La calma antes de la tormenta. El ciclón blanco, "chachismo" para algunos, apareció en forma de parcial de 0-6 para catapultar a los blancos a base de transiciones que superaban los límites de velocidad.

Luis Casimiro dio músculo a la zona con la entrada de Vargas y el regreso prematuro de Panko a pista ante un desacertado Javi Vega. La fórmula funcionó pero no era suficiente. Los blancos se encontraban cómodos con la dinámica en pista y dos tiros libres de Mejri cerraban el primer cuarto con 11-24 en el marcador.

El empuje de Diagné sostenía al Fuenlabrada

Laso metió a Reyes en el campo para sacar superioridad sobre Panko en la zona. Mientras tanto la tónica continuaba. El Real Madrid mantenía distancias con el pie levantado del acelerador y aprovechaba el buen hacer de Mejri en la zona. 

El Real Madrid mantenía distancias con el pie levantado del acelerador

Con esta dinámica la renta de 12 se mantenía en el ecuador del segundo cuarto: 22-34. La muralla defensiva visitante ralentizó el ritmo anotador. Los blancos oteaban los vestuarios a 1:48 del descanso con 26-38 en el electrónico sin subir las marchas. 

Fue entonces cuando apareció Diagné. El empuje, la garra y el músculo del senegalés dieron alas al Fuenla y al partido con dos alley-oops consecutivos que hacían rugir a la afición. El arreón del pivot local permitió a los de Luis Casimiro mantenerse con opciones al descanso. Tras sonar la bocina el luminoso mostraba un 32-42 que reflejaba la superioridad blanca pero que mantenía a un desacertado Fuenlabrada en el choque.

La apisonadora merengue sentenció el partido

El equipo fuenlabreño apretó en defensa y lograba acercarse en los primeros compases del tercer periodo. Fue entonces cuando Rudy, Llul y Mirotic dijeron basta. Fusilaron a los locales desde el 6,75 para dejarlos rendidos en el ecuador del cuarto: 39-55.

El huracán blanco arrasaba todo a su paso sirviéndose de empujes esporádicos

El huracán blanco arrasaba todo a su paso sirviéndose de empujes esporádicos. Los de Luis Casimiro intentaron conectarse al partido a base de casta y defensa férrea. Diagné fue la representación de la garra local en pista y logró poner en problemas a Slaughter. La consistencia visitante en la zona peligraba, pero la vuelta a pista de Mejri y Felipe Reyes disipó cualquier tipo de duda.

Laso supo mover ficha y poner en jaque al Baloncesto Fuenlabrada ante la asfixiante defensa merengue: 46-64 a 10 minutos del final.

Último cuarto de trámite

El Real Madrid no pasó mayores apuros y consiguió derribar la barrera de los 20 poniendo la sexta marcha de nuevo. A 3:25 para la conclusión el marcador evidenciaba el dominio madridista: 61-85.

Con el partido visto para sentencia, el técnico local dio oportunidad a Boubacar Moungoro y al canterano Chema González, que ya gozó de minutos tras la anterior lesión de Diagné ante el Guipuzkoa Basket.

Pablo Laso hizo lo propio dando entrada a Alberto Martín en cancha. Puso la guinda en el marcador con un triple sobre la bocina que certificaba el 67-94 y el 30º triunfo del Real Madrid en Liga Endesa.