Con el 2018 recién estrenado, no parece que de momento las tornas estén cambiando demasiado respecto al inicio de temporada para los del Principado… Si la competición continental es ya sólo un recuerdo para ellos (no pudieron superar una primera ronda de Eurocup a priori asequible), las aspiraciones de clasificarse para la fase final de la Copa del Rey se esfumaban el pasado fin de semana en el WiZink Center tras una derrota ante Estudiantes que era el fiel reflejo de la irregularidad que MoraBanc está exhibiendo en su juego esta temporada. Un Joan Peñarroya realmente crispado trataba de despertar a su equipo del letargo en el que vivió los dos primeros cuartos. Porque pese a que tras el descanso pudo verse una tímida reacción, lo cierto es que el partido fue para un Estudiantes que en ningún momento vio peligrar la victoria.
Y es que el conjunto andorrano no consigue encontrar cierta regularidad en su juego, alternando buenos partidos con otros en los que predominan los apagones de juego. Con estos precedentes, a estas alturas el equipo se mantiene a duras penas en una zona tibia de la Liga Endesa… Pero una derrota frente a los azulgrana este domingo puede meterles de lleno en la lucha por evitar el descenso.
Las bajas están siendo otro factor clave, y han ido mermando el roster de forma progresiva (sobre todo en la pintura). Incluso un Chris Copeland que llegó de forma interina, cayó lesionado. Actualmente siguen estando fuera de las convocatorias Burjanadze (que no ha debutado esta temporada) y Karnowski, mientras se espera que Moussa Diagne pueda volver a vestirse de corto este domingo.
Dos jugadores están siendo los más regulares a la hora de tirar del carro: el esloveno Jaka Blazic y el ex-colegial Jaime Fernández. El esloveno es el 6º máximo anotador de la liga doméstica, con 15 puntos por encuentro. Objetivo de las defensas rivales, recibe 4 faltas por encuentro aunque sus porcentajes de tiro (en juego o desde el 4,60) no están siendo brillantes. Apenas llega al 34% en triples, y desde la línea ronda el 65% (algo sorprendente para un jugador balcánico). Por su parte, el madrileño se está erigiendo en el jugador más valorado de su equipo en la competición con una media de 13.4. Y es verdad que está protagonizando probablemente su mejor temporada en ACB, promediando 12.4 puntos, 4.3 asistencias y casi 2 robos por encuentro. Sólo queda en su debe mejorar su 24% de efectividad desde el triple.
Por su parte, los barceloneses llegan a Andorra en un momento difícil de valorar. Tras caer derrotados en el Palau ante Unicaja en Liga Endesa el domingo pasado, cayeron de nuevo en Valencia en Euroliga. Sólo una victoria sufrida ante Brose Bamberg de nuevo en casa (el 81-66 que reflejó el electrónico es más que engañoso, pese a que supone asegurar el basketaverage frente a los alemanes) ha supuesto un bálsamo para un equipo cuestionado semana sí, semana también.
Con la importante baja de Seraphin una semana más, la buena nueva en la ciudad condal ha sido la vuelta a las convocatorias de Rakim Sanders frente a los teutones. El alero de Rhode Island se redimió de sus pecados aportando 17 puntos y 6 robos para una valoración de 24, siendo clave con su intensidad en los últimos compases de un encuentro en el que los hombres de Andrea Trinchieri a punto estuvieron de dar la campanada.
Thomas Heurtel sigue siendo el principal baluarte de los visitantes. El francés anota con efectividad, asiste, defiende… sus 15.7 de valoración son un sólido pilar para Sito Alonso dados los problemas que está teniendo para cubrir el puesto de director de juego suplente. Con Pressey fuera de las convocatorias, Ribas e incluso Hanga como point forward están asumiendo ese rol.
La bombonera andorrana promete albergar un encuentro no apto para cardiacos, sin duda un postre más que apetitoso para cerrar el fin de semana.