Comenzaban las semifinales de los playoffs de la Liga Endesa con el primer partido entre el Real Madrid y el Herbalife Gran Canaria. La presencia del equipo canario es una de las sorpresas de la temporada, y nada más comenzar el partido, ha querido demostrar que no ha llegado tan lejos por casualidad, y es que un parcial inicial de 2-10 fue la carta de presentación de los visitantes, y Pablo Laso tuvo que solicitar el primer tiempo muerto para arengar a sus jugadores. La inercia favorable de los canarios continuó colocando hasta el 4-16. De nuevo, Pablo Laso pidió tiempo muerto pero además, introdujo los primeros cambios, y con la entrada de Sergio Llull, Edy Tavares y Rudy Fernández, la imagen de los blancos mejoró sustancialmente, sobre todo por una defensa más férrea.

El bueno pero fugaz juego del Herbalife

Al comienzo del segundo cuarto, con 14-22 en el marcador, tuvieron lugar los minutos que seguramente, han marcado el desenlace del encuentro. Todo lo bueno que había hecho el Herbalife desapareció en este segundo periodo y por el contrario, los locales tuvieron sus momentos de mayor lucidez ofensiva. Jaycee Carroll anotó dos triples seguidos, y en solo tres minutos, el Real Madrid ya estaba pegado en el marcador con 25-26 y parcial de 11-4, pero el Madrid siguió pisando el acelerador y con un triple de Llull, pusó su primera ventaja con 31-30, y en los últimos cinco minutos de la primera parte, Herbalife anotó solo dos escasos puntos. Se llegó al descanso con 42-32 y un escalofriante parcial de 28-10, una losa terrible que condicionó el resto del partido.

El segundo cuarto fue determinante

El inicio del tercer cuarto no fue mucho mejor para los canarios. Los hombres de Pablo Laso entraron mucho mejor que los insulares cuando justamente debía pasar lo contrario si no querían descolgarse del partido, pero con un 7-0 en el primer minuto y medio de juego, la ventaja se vuelve prácticamente insalvable. Salvando los primeros minutos, la paliza del Real Madrid estaba siendo considerable. Hace 16 minutos, el WiZink Center estaba preocupado por el 4-16, pero ya ganaban por 17 (49-32), en un parcial demoledor de 45-16. Se puede intuir que el Hernalife quizás ha acusado el cansancio del tercer partido frente a Valencia Basket, un durísimo partido que se decidió a la prórroga y que fue muy exigente físicamente.

El Madrid ya había metido la sexta marcha y el partido careció de emoción en el tiempo restante. El campeón de la Euroliga pudo distribuir los minutos y así Edy Tavares, con 17 puntos, y Jaycee Carroll, con 16 puntos, fueron los máximos anotadores. El pívot africano añadió además tres tapones. Ese reparto de minutos vino acompañado de una excesiva relajación de los blancos que ya se veían con el partido en el bolsillo.

Al final del tercer cuarto, con 62-49, hubo un breve instante en el que parecía que los canarios podían engancharse de nuevo y optar a la victoria, pero esa esperanza fue muy efímera. La aparición de Tavares cortó las alas a los canarios que llegaron a ponerse a diez puntos.

Minutos de la basura pensando en el segundo partido

El equipo de Luis Casimiro acabó rindiéndose, y es que estando a remolque del Real Madrid, es muy difícil vencer, además de que no puedes permitirte un segundo cuarto tan paupérrimo. El 88-70 fue el resultado final que coloca al Real Madrid con 1-0 en la eliminatoria. El segundo duelo será el martes y veremos si los madridistas aseguran el factor cancha o por el contrario, lo consiguen robar los de Luis Casimiro.