Cuando Sergio Llull sufrió un golpe en su rodilla derecha (la misma en la que se rompió el ligamento cruzado interno en el aciago verano de 2017), saltaron todas las alarmas en el equipo blanco. El impacto se produjo en el partido de Euroliga ante el Khimki ruso en el Wizink Center. Al principio no parecía gran cosa, de hecho terminó jugando el encuentro.

Sin embargo, tras enfriarse y comenzar los nuevos entrenamientos el dolor no remitía y la preocupación de servicios médicos y técnicos ha ido a más. Desde el club se está tratando el asunto con bastante opacidad, sin dar un diagnóstico o parte concreto sobre las causas. Se habla de un fuerte golpe que ha generado molestia en la zona de la rodilla y que el motivo del parón es hacer un trabajo más específico y personal para eliminar los dolores y fortalecer la zona.

Despertando viejos fantasmas

No se ha visto a Sergio Llull ni tras el partido ni en los siguientes entrenamientos cojeando ostensiblemente o necesitando de ninguna muleta o ayuda para caminar, por lo que a corto plazo se descarta que sea un lesión que tenga alguna relación con la grave previa.

De hecho, los servicios médicos ni siquiera hablan propiamente de lesión en menisco, ligamentos u otra zona de la rodilla. Parece que es simplemente un fuerte golpe cuyas molestias no han remitido como era de esperar en un principio. Sin embargo, habiendo ocurrido el impacto y las molestias actuales justo en la rodilla derecha en la que Llull se rompió el ligamento y fue operado, se está llevando todo con suma cautela. Algunos piensan que a parte del golpe, el dolor puede provenir de una excesiva carga de trabajo por el exceso de partidos.

Laso quita hierro al asunto

El hecho efectivo es que Llull debe parar unas cuantas fechas. Ya se perdió el partido de Liga frente al Delteco Guipuzcoa Basket de Liga y ahora estará fuera en la doble jornada europea contra el Herbalife Gran Canaria y la visita al Olympiacos en Atenas. Tampoco parece que vaya a llegar al derbi liguero frente al Barcelona Lassa. A partir de ahí tocará re-evaluar su situación.

Pese al obligado parón, el técnico del Madrid Pablo Laso afirmó que era por mera precaución y que no ve nada grave de fondo: "A Llull le vamos a parar más días, no se decir cuánto. Es un golpe en la zona donde se lesionó el año pasado, aunque no le afecta, pero sería absurdo forzar una situación que podría ir a más. Es un golpe solo, fuera de la lesión que tuvo y si por él fuera jugaría. Hemos pensado que lo mejor es que trabaje bien, al margen del grupo y pueda recuperarse. No es nada grave".