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El Real Madrid aplasta al Valencia Basket y jugará la final (91-68)

Los blancos no dieron opción al equipo taronja. Campazzo y Tavares fueron los líderes del equipo de Laso que nunca se relajó hasta el bocinazo final.

El Real Madrid aplasta al Valencia Basket y jugará la final (91-68)
Campazzo supera a Vives durante el partido | Foto: Twitter (@RMBaloncesto)
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Por Alvar Gutierrez

El Real Madrid ha vencido con comodidad al Valencia Basket (91-68) y avanza a la final de la Copa del Rey de Málaga. Los blancos jugaron un partido casi perfecto guiados por Campazzo y con Tavares como ancla defensiva.

Ambos equipos llegaban después de vencer el jueves a Barça y Bilbao Basket respectivamente. El Valencia acusó el cansancio tanto mental como físico de superar a los de Pesic en un partido que no se decidió hasta los últimos segundos. El Madrid pasó por un mal momento de acierto en el segundo cuarto, pero en el resto de la cita no dio respiro a su rival.

El Madrid puso las bases de la victoria en el primer cuarto

El encuentro comenzó con dos canastas consecutivas del Real Madrid. Sin embargo, las intenciones de Valencia Basket seguían siendo claras: la defensa es clave. Pese a todo, el parcial inicial (de 9-0), suponía un duro revés para empezar la semifinal. De hecho, los blancos fallaron varios tiros claros, antes de que Doornekamp inaugurara el marcador de los valencianos (con tres tiros libres).

El ala-pívot canadiense también fue el primero de su equipo en anotar un lanzamiento de campo. Tras una penetración de Marinkovic, los taronjas ampliaron su propia racha anotadora a siete tantos. Quino Colom fue mucho más eficiente en la dirección de juego, además de que sus compañeros fueron más verticales y atacaron más la pintura -ya no abusaban tanto del triple-.

La defensa del Valencia tenía problemas con el paso de los minutos. Deck generaba superioridad a partir de sus posteos y, tanto Randolph como Campazzo sacaban ventaja desde la línea de tres. Además, Causeur sacaba talento para también sumar tres puntos tras un lanzamiento que seguía un paso atrás.

El Madrid dominaba todos los aspectos del juego al comienzo del segundo cuarto. Campazzo y Tavares dificultaban mucho los ataques a sus rivales. Luego, en fase ofensiva, el balón rotaba hasta encontrar el tirador liberado. De esta manera, tras once minutos de juego, el marcador era de 26-13.

El Madrid tuvo menos acierto, pero Valencia no despertaba

De repente, se llegó a un momento del encuentro en el que el Madrid era incapaz de anotar de tres, pero sí cogían los rebotes ofensivos. Sin embargo, el Valencia sí aprovechaba sus tiros y por tanto, redujo la desventaja a los ochos puntos (28-20). Sin embargo, la recuperación de los de Ponsarnau se debió más al desacierto de los blancos, que una vez se recuperaron, volvieron a ponerse catorce arriba. Al descanso, el Real Madrid gobernaba con un marcador de 34-20.

El acierto del Madrid decidió el partido en el tercero

El Valencia empezó el tercer cuarto anotando con un poco más de facilidad, ya fuera por acciones individuales de Dubljevic o de Vives, o por esquema. Pero el Madrid también entró tocado por la varita, que estaba en posesión de Campazzo. El argentino dirigía a sus compañeros y era también el primero en iniciar la presión y provocar pérdidas de los taronjas.

Tras un nuevo tiempo muerto de Ponsarnau, la tendencia siguió igual. Ahora la igualdad pasó a ser en el acierto, aunque poco a poco el Madrid iba aumentando el colchón a su favor.

Como se preveía al descanso, Valencia mejoró en ataque. Sin embargo, sus aciertos se debieron a mera estadística más que a una conexión mental mayor. Mentalmente, los verdugos del Barça en cuartos estaban fritos. La demostración fueron las pérdidas cometidas en jugadas tan básicas como inicios de contrataques o saques de fondo.

El último cuarto comenzó de forma sintomática. Gabriel Deck, que fue esencial en los primeros compases de la cita, anotó un triple completamente liberado, con mucho tiempo para pensar. Tras una canasta de Carroll, la diferencia entre ambos equipos se acercaba a la treintena.

Prácticamente todo el último cuarto estuvo lleno de minutos de la basura. La ventaja del Madrid se estabilizó alrededor de los treinta puntos. Finalmente, el Valencia intentó maquillar el marcador, pocos instantes antes de que ingresara por primera vez en el parqué Nicolás Laprovittola. Finalmente el marcador fue de 91-68.