Ingrato trabajo el de gregario. Sacrificado siempre en favor del equipo pero muy poco reconocido por el aficionado medio, pero muy valorado por el equipo y fundamental para el líder. El trabajar para otros hace que el gregario tenga que sacrificar sus aspiraciones personales y ponerlas al servicio del equipo.

Sin embargo, algunos de estos gregarios tienen tanta calidad que es imposible 'esconderlos' del gran público. Uno de ellos es Wout Poels (Sky). El holandés fue el bastón donde se apoyó Chris Froome para obtener su tercer Tour de Francia. Él solo fue capaz de neutralizar los ataques de los rivales del inglés y dejar en 'bandeja de plata' el posible ataque de Froome.

Pero antes de llegar al mes de julio, Poels dio un recital primaveral con triunfos incontestables en Valencia y en Lieja, su primer monumento. Merecido premio para el 'gregario' de Sky.

Inicio rompedor

Primer día de competición y primer triunfo. Así comenzó la temporada perfecta de Poels. La crono incial de la recuperada Volta a la Comunitat Valenciana cayó del lado del holandés. Mantuvo el liderato sin fisuras, refrendado con una exhibición en Xorret de Catí donde jugó con la carrera a su antojo. Inicio demoledor del holandés de 29 años.

Poels no tuvo rival en Valencia | Foto: Team Sky
Poels no tuvo rival en Valencia | Foto: Team Sky

El de Sky participó en Andalucía y Tirreno-Adriático sin grandes resultados, hasta que llegó a Catalunya para llevarse la etapa con final en Valls, tras dejar a sus compañeros de fuga, demostrando su capacidad de resolución en la fugas. El neerlandés se estaba convirtiendo en un ciclista muy versátil.

Ni el frio es rival

Cuarto en Flecha y dueño y señor de la dantesca Lieja

El primer gran test para muchos ciclistas son las Ardenas. Allí emergió sutilmente la figura del espigado ciclista del Sky. No fue protagonista en la Amstel Golde Race pero se resarció con un cuarto puesto en la Flecha Valona que coronó a Alejandro Valverde.

Llegaba Lieja, una clásica pasada por frío y hielo en la que los outsiders sorprendieron a los teóricos favoritos. La nueva cota adoquinada de la Rue de Naniot, rompió el pelotón y de allí surgió Poels junto con varios ciclistas que llegaron a Ans para disputar 'La Decana' al sprint. Wout Poels, más entero físicamente, se llevó su gran triunfo profesional por delante de Michael Albasini y Rui Costa. Justo premio para un ciclista suficiente calidad para poseer los galones de líder de una escuadra tan poderosa como Sky.

Vencedor en Lieja | Foto: Corvos
Vencedor en Lieja | Foto: Corvos

Al servicio de Froome

Poels fue pieza clave en el engranaje de Sky para el tercer Tour de Froome

Se acercaba el mes de julio y Poels debía cambiar el rol. De líder a gran gregario de Froome. Su trabajo comenzó en el Criterium du Dauphiné donde siempre estuvo cerca de su líder, obteniendo además buenos resultados personales. El holandés estaba en buenas condiciones físicas para afrontar el Tour y la conexión con Froome era saludable.

Y en el Tour no hubo otro color que el negro y azul de Sky, la formación inglesa dominó de principio a fin la Grande Boucle capitaneada por Chris Froome y de subalterno un extraordinario Wout Poels. Mikel Landa, Geraint Thomas y Poels, como el último hombre, anulaban con pasmosa facilidad los escasos intentos de los rivales de poner en problemas a Froome. Poels fue fundamental en los Alpes, controlando la ascensión en el Mont Ventoux y sobre todo fue el punto de apoyo en la lluviosa etapa de Saint Gervais Mont Blanc donde Froome dio síntomas de debilidad que Poels fue capaz de esconder. En ese instante se valoró el apoyo de un gregario en favor de su líder. El trabajo sucio se convertía en un 'trabajo digno' gracias al holandés.

Froome agradece el trabajo de Poels en Saint Gervais | Foto. Tour de Francia
Froome agradece el trabajo de Poels en Saint Gervais | Foto: Tour de Francia

Con el triunfo final en París de Froome, Poels dio por concluida su grandiosa temporada. Participó en el Tour de Gran Bretaña y en las clásicas italianas pero ya sin el punto de forma adecuado para poder luchar por la victoria. El trabajo de la temporada ya estaba realizado y con gran éxito.