La temporada daba inicio un año más en el circuito de Melbourne, Australia. Esperanzas e ilusiones renovadas para el segundo piloto de los de Brakley, que parecía decidido en ir a por su primer campeonato del mundo de F1, a poner contra las cuerdas al inglés, al cuatro veces campeón del mundo, además de dejar un año más en blanco a la escudería que parecía estar más cerca de ellos, Ferrari.
La ambición pudo con el talento, el arranque del finlandés no pudo ser peor. Un error garrafal en la primera clasificación del año, justo al empezar la Q3 en la curva 2, le privó de luchar por la pole position. En carrera no pudo hacer mucho más, en un circuito donde adelantar se antoja de lo más complicado aún teniendo el mejor monoplaza, sumaba tan solo cuatro puntos, terminando en octava posición.
Rápido despejaría dudas, con dos terceras posiciones seguidas en qualy, por delante de Lewis en ambas. Tuvo la oportunidad de vencer en el GP de China, pero la gran estrategia de Red Bull y un final de carrera estratosférico de Daniel Ricciardo, le privaron de ello. Así pues tras las tres primeras citas, Valtteri sumaba cuarenta puntos y dos segundas plazas, tan solo cinco por detrás del inglés, pero a quince del líder, Sebastian Vettel, quien ya sumaba dos victorias.
El rendimiento decae y llega la mala suerte
Tras un inicio más que aceptable en el que parecía que este año iba de verdad a luchar por el título, llegaba la mala suerte junto a una caída de rendimiento. El mundial aterrizaba en Europa, en el circuito de Bakú. Todo parecía indicar que iba a ser un gran fin de semana para la escudería alemana, tercero en clasificación justo por detrás de Hamilton y Vettel. Una carrera en la que pasó de todo; loca, apasionante, divertida, la que más hasta ese momento. Valtteri acariciaba con la yema de los dedos su primera victoria de la temporada, pero a falta de dos vueltas, un pinchazo dejaba la victoria en bandeja a su compañero.
La ilusión y las ganas parecían haber desaparecido tras ese cero, llegó el GP de España y conseguía terminar segundo, a un mundo del inglés, superior de principio a fin. Sabía a poco viendo la diferencia entre uno y otro. La victoria seguía sin llegar, un quinto puesto en Mónaco y otro segundo en Canadá dejaban a Bottas prácticamente sin esperanzas de cara al título.
Llegábamos al nuevo GP de Francia, el circuito de Paul Ricard, novedad para todos, nadie sabía qué iba a suceder ese fin de semana. Era otra oportunidad de intentar vencer para el llamado escudero de Lewis Hamilton, pero que el propio ya había negado serlo en varias ocasiones. La mala suerte aparecía de nuevo, tras clasificar segundo, una vez más vencido por el cuatro veces campeón del mundo, en la salida sufría un toque de Sebastian Vettel, que se veían ambos relegados en las últimas posiciones. Cuajó una gran remontada, pero solo pudo ser séptimo.
Aparecieron las grietas en las balas plateadas, primer cero para ambos pilotos de Mercedes. Un fallo en la presión hidráulica dejaba fuera de carrera al finlandés, sumando un nuevo cero en su casillero.
Traca final antes del parón
La F1 se plantaba en territorio Mercedes, pero sobre todo, en territorio Hamilton. Todas las casas de apuestas deportivas daban como único favorito al inglés por el pasado en este circuito, Silverstone. Esto se confirmaba el sábado, logrando una nueva pole position, por delante de los dos Ferrari y de Valtteri, que partiría en cuarto lugar. Una horrible salida de Lewis y un toque de Kimi Raikkonen a este, relegaban al favorito hasta el final de todo. Vía libre para Sebastian Vettel y Valtteri Bottas que se quedaban al frente de la carrera. Nueva oportunidad para el finlandés de intentar lograr una victoria. Pero tras dos coches de seguridad, Hamilton volvía a la lucha por la victoria. Finalmente el equipo pidió al finlandés que se dejara pasar, lo que provocó que terminara en cuarta posición, incluso por detrás de Kimi Räikkönen.
Y llegó una carrera caótica, la más divertida de la temporada hasta la fecha para el espectador. Alemania, en casa de Vettel, circuito Ferrari, pero apareció la lluvia. Cuando el alemán lideraba la carrera justo con Bottas por detrás, perdió el monoplaza y se fue contra las protecciones del circuito, sumando su primer cero de la campaña. El coche de seguridad hizo acto de presencia y el finlandés decidió entrar a cambiar sus neumáticos, para finalizar la carrera con unos de nuevos. Su compañero de equipo se colocaba primero tras una increíble remontada, histórica. Entonces llegaron las órdenes de equipo, no podía sobrepasar al inglés, le pidieron que se quedara frenando a Kimi Räikkönen para que Hamilton cogiera el liderato del mundial y se distanciara con un buen saco respecto al alemán.
Hungría fue bastante peor para él, terminando en quinta posición, quedándose a más de 80 puntos de su compañero, abandonando toda esperanza de cara al título.
Llegados al ecuador de la temporada, el finlandés luchará por la medalla de bronce junto a su compatriota, Kimi Räikkönen. Es muy posible que de ahora en adelante ayude a Hamilton a lograr el quinto, aunque si se presenta la oportunidad de vencer en alguna carrera de las nueve restantes, seguro no la desaprovechará. Complicado viendo el nivel al que están los dos que luchan por el título, aunque no hay que descartar una nueva carrera loca, pasada por agua o en la que, en los primeros compases de alguna de estas, tanto Lewis como Sebastian, queden fuera de la lucha por subir al escalón más alto del podio.
Tiene el talento para hacer un fin de semana perfecto de principio a fin, desde el viernes hasta el domingo. Conseguirlo le haría recuperar la confianza de cara a la temporada que viene, que puede ser la última vestido de plata, dependerá del nivel que dé. El final de temporada anterior demuestra que es un piloto irregular, algo en lo que deberá trabajar en este último tramo. Consiguió ganar en el cierre del mundial, sumó varios podios pero también cuartos y quintos puestos, que dejaron claro lo que todavía debe mejorar si quiere optar de verdad a ganar la Corona.
La segunda temporada de Valtteri Bottas ligado a la escudería alemana, llegará a su fin con una oportunidad perdida de estar en la lucha por el título, algo que deberá valorar el equipo. A pesar de no haber comenzado bien la temporada, puede solucionarlo con un tramo final dando la cara y luchando por victorias cada fin de semana, además de hacer lo que el equipo le pida para ayudar a Lewis a ganar el quinto. El año que viene será la tercera campaña, habrá que ver qué nivel muestra y si el equipo confía en él de principio a fin, pues podría ser la última baza para lograr su primer campeonato con su bala plateada.