Frio, lluvia y demasiados recuerdos. Mal día para jugar al fútbol en la isla sarda. Los de López casi perdieron el partido en veinte minutos para olvidar.  Dos goles en contra y una lesión (Ibarbo en el minuto 10).

Es ya costumbre que el Cagliari tarde en meterse en los partidos, pero a veces ese margen de poca tensión tiene un precio demasiado caro, a veces es aprovechado por el rival para llenar de chinchetas las ruedas rivales y condicionar todo el partido. Un equipo pequeño como el Sassuolo vive en la necesidad y el límite. No puede permitirse desperdiciar ningún regalo, así que mientras el Cagliari se desperezaba el Sassuolo solucionaba su partido con dos goles.

Primero Marzorati en un córner puso a los suyos por delante, y apenas un par de minutos más tardó Zaza en hacer el segundo. Una catastrófica pérdida de Astori propició el gol del joven 10 de Sassuolo. Un gran gol, a un gran pase de Berardi, al que nada pudo hacer la estirada de Avramov. El veterano portero serbio goza de un gran estado de forma e incluso tocó el balón, Pero no fue suficiente. Apenas veinte minutos y los de Di Francesco habían cerrado su partido. Empezaba el partido de Lopez.

El Cagliari, desastroso, no tiró a puerta en toda la primera parte. Pero la segunda fue distinta. Salió del vestuario con ganas y determinación. Por fin despierto, se hizo con el control del juego e hizo valer su teórica superioridad y experiencia. Buscó con constancia y tranquilidad la portería rival aun con el cronometro corriendo en contra.

El primero en acertar con las redes de Pegolo fue Nene, que remató con un fantástico salto un centro de Pisano. Excelente gol del delantero brasileño.  Sau fue el más activo de los delanteros sardos y el premio le llegó envuelto en papel de fortuna. No por afortunado menos merecido, el gol del pequeño sardo a rechace de un tiro de Nainggolan puso las tablas en el marcador. El Sassuolo jugó a gestionar su merecida ventaja y casi lo consigue. Un punto para cada equipo, un resultado que no dejará contento a ninguno de los dos entrenadores.