Para el respetable lector que vea el resultado final del encuentro y no haya tenido la oportunidad de ver el encuentro dirá que el Benfica inició su caminada al tricampeonato de gran forma y con contundencia.
Un resultado de 4-0 no debe ser engañoso pero la victoria encarnada, por goleada, fue tan sufrida como injusta para el Estoril. El vigente campeón de la Liga NOS cumplió con lo mínimo exigido, pero mucho tiene que cambiar para mejorar la exhibición descolorida vista en el día de hoy, excepto en los últimos 15 minutos del encuentro.
Un Estoril de tú a tú
El Estoril plantó cara en Da Luz, tanto fue así que Júlio César tuvo más trabajo que su colega del arco rival justo hasta el momento en que llegó el primer gol de la noche. El Benfica salió con la presión del saber que realizaron una mala pretemporada y la derrota en la Super Taça de Portugal ante el Sporting CP. Los canarios aprovecharon ese estado de ánimo rival imprimiendo velocidad a su juego por las bandas con un trio de ataque veloz con Sebá, Léo Bonatini y Gerso.
Durante gran parte del encuentro la visita se enfrentó de tú a tú ante las águilas, que no podían implantar su estilo de juego con Pizzi a realizar uno de los peores partidos desde que llegó a Da Luz y Ola Jhon que sigue siendo muy irregular en sus exhibiciones.
El pasar de los minutos fue desgastando a los dirigidos por Fabiano Soares. En los últimos minutos del primer tiempo el Benfica fue mejorando tímidamente. Los encarnados fueron creando ocasiones de gol, siendo la más clara un balón que Luisao estrelló en el travesaño. Pero la ocasión más clara de gol de la primera parte fue para la visita, pero allí estaba Júlio César para impedir el gol de Bonatini y Sebá, en segunda jugada, mandó el balón a las nubes de Lisboa.
Júlio César primero, luego Mitroglou
La segunda parte inició de la misma forma que la primera. Estoril seguía generando peligro cada vez que se acercaba al área del meta encarnado. Tanto así que Júlio César se estaba convirtiendo en el mejor jugador del Benfica, luego de otra parada milagrosa a disparo a bocajarro de Gerso, y cuando eso ocurre en un equipo de esta dimensión es una señal de que algo anda mal.
Rui Vitória sorprendió al momento de hacer cambios en el equipo, no tanto por los jugadores que salieron del rectángulo de juego (Pizzi y Ola Jhon) si no especialmente por la entrada de Victor Andrade, además de la normal entrada de Talisca. Con ambos jugadores el Benfica fue mejorando poco a poco. La visita fue retrasando las líneas y eso es un grave error.
El gol de Mitroglou cambió todo. Los últimos 15 minutos del encuentro fueron totalmente diferentes a lo que se había visto hasta entonces. Jonas convertía el 2-0 tras cobrar una pena máxima y a partir de ahí el Benfica se soltó y se colocó en modo goleada. Jonas de nuevo y Nelsón Semedo, culminando una espectacular jugada colectiva, colocaron cifras definitivas al encuentro.
El Estoril sin tiempo para reaccionar asistió atónito a la fiesta que se comenzaba a celebrar, saliendo de Da Luz con un resultado demasiado abultado para lo demostrado durante 74 minutos.La parroquia benfiquista dormirá con una sonrisa en la boca pero con el pensamiento de que su equipo debe mejorar si realmente quieren aspirar a conseguir el tricampeonato.