Noche de fútbol de calidad en la capital italiana, donde el líder visitaría a la Roma que lucha por mantenerse en puestos europeos. La oportunidad de acomodarse en el puesto de liderato tocó a la puerta del Napoli, pues poco antes del encuentro perdió la Juventus en su propio césped cortesía de la Lazio

El cuadro azzurri empezó a desplegar su juego desde el primer minuto de juego, dominaron la posesión y pujaron para colarse en las zonas defensivas contrarias. Insigne desde temprano era una amenaza constante, los romanos no se encontraban cómodos en el césped y no podían evitar los peligros que ofrecía el club visitante. La visita tenía más que ofrecer en el centro del campo y un orden defensivo impecable que negó los pocos recursos que tenía la Loba. Mertens avisó con mucho peligro en dos ocasiones, ambas tuvieron respuesta de Alisson, que siempre es un hueso duro de roer. 

Fue a los 20 minutos cuando el aviso pasó a ser realidad y todo por una falta de identidad del conjunto capitalino. Un rebote errado de un defensor de la Roma favoreció para que Insigne se colara al área y con un derechazo a la esquina izquierda pusiera el único gol de la noche, el arquero no pudo hacer nada, pues fue una acción inesperada cuando parecía que la zaga ya había resuelto el peligro. 

Tras la anotación, quiso darle vuelta al juego el cuadro local, pero la superioridad de los pupilos de Sarri se hizo notar, no cedieron espacios a los contrarios y la Roma no podía generar ideas, esto fue el papel de todo el partido para los locales. 

Fue más el Napoli tras el gol, hicieron méritos para aumentar la cuota, Hamsik estaba bien enchufado y en ocasiones hizo disparos que al menos mantuvieron alerta a Alisson. Mertens e Insigne también estaban ansiosos por golear a los romanos, pero les faltó fortuna para batir al portero, haciendo cinco disparos entre palos al final de la primera mitad. 

Al arranque de la fase complementaria, Di Francesco mandó a los suyos a presionar por el gol del empate, Dzeko pegó un zurdazo desde fuera del área que pasó apenas desviado, pero sirvió como recordatorio de que la Roma aún no estaba vencida. Sin embargo, el hacer algunos disparos amenazadores de vez en cuando, no hacían olvidar la mala imagen que dejaba la Roma en su propio césped, perdían balones ante un Allan muy dedicado a la recuperación, regalaban pases en el centro del campo y no podían frenar al ataque de Hamsik, Insigne y Mertens. Fazio entró para que los romanos tuvieran más seriedad a la hora de defender y en una acción pegó un susto tras dar un testarazo que fue apenas bloqueado por los dedos de Pepe Reina y luego hubo impacto en el poste, pero resolvió la defensiva. 

En otra oportunidad, Diawara (ingresado por Jorginho) regaló un balón por error a Peres y este colgó un centro que no halló destinatario, una jugada que sirvió para que el lateral derecho tuviera más proyecciones en los últimos minutos, subiendo para poner balones de temer, pero que fueron resueltos por la defensiva napolitana. Dzeko también puso un disparo al horizontal que aumentó el fuego que predominaba en la recta final del juego, Ünder hizo un chut raso que atrapó sin problemas Reina en el tiempo agregado y hasta Kolarov probó a larga distancia, pero el gol del empate no estaba destinado a aparecer en el Olímpico, sonó el silbato de Rocchi y el Napoli se llevó tres puntos en el bolsillo para mantenerse líder con punteo perfecto en la liga italiana.