El 13 de Noviembre de 2017 será recordado por la impotencia azzurra. Ese día la tetracampeona del mundo de fútbol no logró superar la fase clasificatoria de un mundial de fútbol, cita a la que, hasta el momento, sólo había faltado una vez (En Suecia 1958).
El descalabro es brutal, un país acostumbrado a ver a su selección en cada cita mundial se frota los ojos al observar tal desastre deportivo.
El comienzo del fin
La selección italiana encaraba la fase de clasificación para la cita mundialista de Rusia, con cierta comodidad por dos razones; Primero, por la buena Eurocopa que habían realizado en Francia de 2016, en la que fuera eliminados en penaltis por Alemania, pero dando muy buena imagen y plantando cara a la que es campeona del mundo y segundo, por la a priori asequibilidad del grupo en el que estaba encuadrado junto a Liechtenstein, Macedonia, Israel, Albania y la más complicada que era España, equipo al que habían eliminado en la Eurocopa de Francia.
El primer partido les enfrentó a la selección israelí e Italia venció por 1-3, pero Buffón tuvo que alguna parada más que el portero de Israel.
Primer contacto contra España
Las selecciones española e italiana encaraban el segundo partido de clasificación para la cita mundialista. El partido, que llegaba bastante pronto, podría decidir el futuro de ambas selecciones para ver quien encabezaría el grupo y clasificaría directamente a Rusia 2018.
El partido terminó en empate, pero la superioridad de La Roja sobre la azurra fue descomunal, sólo el empate de De Rossi empataría el partido poniendo el 1-1 final.
Paseo de rosa
Las cuatro jornadas siguientes fueron cuatro partidos muy asequibles para los italianos, ya que se enfrentaban a las 3 peores selecciones del grupo. La azzurra no presentó grandes apuros salvo en el partido de Macedonia, en el que Ciro Immobile in extremis salvó la papeleta para los transalpinos.
La losa del Bernabéu
La primera ventana de selecciones de la temporada 2017/2018 sería de vital importancia para la selección italiana, puesto que la visita al Santiago Bernabéu decidiría casi a cien por cien quien encabezaría en grupo y quien quedaría segundo y disputaría la repesca.
El partido tuvo una tónica parecida al partido de ida, pero el resultado esta vez hizo justicia y la selección española se llevaría el triunfo con un contundente 3-0 que dejaba a los italianos con pie y medio en la repesca.
Condenados a la repesca
Tras la contundente derrota sufrida en Madrid, la selección italiana disputó dos partidos seguidos como local.
En el primero vencieron al combinado israelí con un resultado corto y desplegando un juego bastante malo.
En el segundo empataron sorprendentemente ante Macedonia. En ese encuentro se certificó que Italia ocuparía la segunda plaza de grupo y jugaría la repesca.
Ganar o ganar
La repesca parecía una opción asequible, hasta que el sorteo les dio la primera mala noticia, ya que les encuadraría contra Suecia.
El primer partido disputado en Solna rozó la catástrofe, ya que Italia perdió, pero el 1-0 invitaba a creer en una remontada.
La vuelta se disputaría en un San Siro abarrotado y lleno de esperanzas, pero las esperanzas se convirtieron en tristeza cuando el árbitro decretó el final del partido.
La selección italiana caería eliminada ante una Suecia que mereció el pase a la cita de Rusia 2018.
¿Y ahora qué?
Esa pregunta es la que se hacen todos los italianos amantes del buen fútbol.
A parte de la eliminación, la despedida de mitos como De Rossi, y sobre todo, Gigi Buffón hacen que a la gente le duela más esta eliminación.
Las nuevas generaciones de futbolistas italianos vienen pisando fuerte, como demostraron en la Eurocopa sub-21 llegando a semifinales, y que es la clave para que la azurra resurja de sus cenizas.