Se citaron en el Mercedes-Benz Stadium las dos mejores franquicias de la Conferencia Este. Y, posiblemente, de la Major League Soccer: Atlanta United recibía en su templo a New York City. Los de las Five Stripes, segundos en la clasificación; los de la Gran Manzana, líderes de dicha conferencia. Pero es que ambas tenían -y tienen tras este duelo- algo en común. Y es la de que siguen siendo los únicos equipos del Este que se mantienen invictos.
Goles, VAR... Y David Villa
Para ambos era una contienda importante. Los del Tata Martino, de ganar, recortarían puntos y rozarían con la yema de los dedos la cabeza. Para ello, el argentino ponía en liza el mejor once posible. Ya con su amoldado 3-4-2-1, estableciendo la medular en adelante en una especie de árbol de navidad. Y si hay algo que caracteriza a los de Atlanta, esa es la permeabilidad para adoptar distintos esquemas durante los noventa minutos. Solo hay que ver la cantidad de posiciones en las que ha jugado y juega McCann (ayer tercer central).
Los skyblues, en su caso, aterrizaban con ansias de victoria, ya que un triunfo suponía una jugada maestra en el tablero, ganando cada vez más distancia en la clasificación, ante el pueda ser su gran rival en la consecución del primer puesto, ya que Toronto está hundido en la tabla con un ojo en la final de la CONCACAF Champions League. Lo que más preocupaba a Patrick Vieira -y el gran fallo del curso pasado- era el fondo de armario. Pero esta campaña está demostrando que ha dado un paso de gigante, incluyendo variaciones cada semana. Eso sí, el técnico galo ya deja caer quienes pueden ser las figuras más importantes.
Fue cerca de la media hora de partido cuando se abrió la lata. Almirón soltó un disparo con rosca desde el balcón del área, el cual fue despejado a duras penas por Johnson, dejando muerto el cuero para que fuese Garza quien acabase remachando este a gol. 1-0 y los de Georgia hacían justicia según lo que se estaba viendo sobre el tapete. No obstante, parecían agravarse los problemas en New York City. Vieira se vio obligado a quitar a Tajouri, dando entrada a un recuperado David Villa. Y fíjate si se nota la presencia del español, que a los tres minutos de ingresar en el campo transformó una pena máxima provocada por Berget, devolviendo la igualada al luminoso.
Justo en el turno de réplica por parte de los locales, Nagbe ejecutó un disparo perfecto que se terminó colando en la portería citizen, aunque acabaría siendo anulado tras la revisión del VAR porque Josef Martínez interfirió claramente en la visibilidad de Sean Johnson, sin dejarle actuar.
Ring silencia el templo de Atlanta
La segunda mitad comenzó con un guion calcado. Salidas en tromba de ocasiones por parte de Atlanta United, quien demostraba cada jugada su condición de local en un estadio que empuja con 40.000 espectadores detrás como el día de ayer. Y en una genial internación de Almirón por la banda izquierda, acabó picando lo justo la bola para salvar el despeje de cualquier rival y que McCann llegase desde atrás haciendo el 2-1 con un gran testarazo. Otra vez eran las Five Stripes quienes tomaban la delantera en el marcador.
Ezequiel Barco, el fichaje más caro de la historia en la MLS, debutó entrando en el minuto 70
Por tanto, los rivales skyblues se tenían que poner el mono de trabajo de nuevo para intentar, al menos, rascar un punto evitar su primera derrota de la temporada. Pero antes hubo tiempo para un momento histórico. En el minuto 70 ingresó en el terreno de juego de césped artificial Ezequiel Barco, el fichaje más caro de la historia de la Major League Soccer. El Mercedez-Benz Stadium se ponía de pie para recibir a uno de los jugadores con más proyección del mundo.
Sin embargo, ese momento se vio empañado cuando Ring se inventó una obra de arte con un severo zapatazo desde fuera del área, colocando el 2-2 y, de ese modo, recuperar el empate por segunda vez en lo que iba de contienda. Fue con ese resultado con el que se llegó al término de los noventa minutos. Un duelo en el que tanto Atlanta United como New York City dignificaron sus posiciones y volvieron a dejar clara su candidatura a la MLS Cup esta temporada y destronar al rey canadiense, Toronto FC.