Amiens y Paris Saint Germain, dos equipos que se enfrentaban con los deberes ya hechos. Por un lado encontramos al PSG que, a pesar de las jornadas restantes, ya es el campeón de la Ligue 1 y puede conseguir su segundo título si derrota a Les Herbiers en la final de la Copa de Francia. Por otro lado está el Amiens, equipo recién ascendido que ha conseguido su principal objetivo de la temporada, mantenerse en una buena posición de la clasificación y no descender de categoría.
Así pues, comenzaba el primer partido de la jornada 36 de la competición doméstica con una notoria asistencia por parte de los seguidores del Amiens, los cuales iban a disfrutar de un partido contra el campeón de la liga.
El PSG demuestra por qué es campeón
Arrancaba el partido en el Stade de la Licorne y los parisinos ya mostraban deficiencias. La posesión del balón les favorecía en todo momento pero había algo que no cuajaba, el conjunto visitante no demostraba la suficiente motivación como para adelantarse en el marcador. Tal fue esta falta de motivación que los pases no llegaban entre los compañeros y hasta les costó alguna que otra ocasión por parte de los locales que por suerte no alcanzó puerta.
A pesar de los continuos errores del PSG, llegó el gol. Alrededor del minuto 26, el argentino Pastore, que hasta este momento no estaba del todo cómodo en el terreno de juego, se inventó un extraordinario pase entre líneas que desajustó la defensa del Amiens y que aprovechó Cavani para cruzar un disparo haciendo que Gurtner le sea imposible llegar a tocar el esférico.
Llegado el gol, parecía que los parisinos habían despertado y comenzaron a generar más ocasiones por medio de Nkunku y Di María, aunque ninguna acabó batiendo de nuevo al portero francés. De esta forma finalizaba la primera parte del encuentro.
Un exceso de confianza se paga caro
La segunda parte inició a favor del Amiens. Dos minutos después del pitido inicial, Monconduit reproduce casi exactamente el pase entre líneas que había ejecutado en el primer tanto Pastore y llega el balón a Konaté, que espera a que Areola se venza para poder cruzar el tiro y batir así la portería de los parisinos.
Con este tanto, el Amiens comenzó a motivarse y veía con buenos ojos una posible victoria. Por otro lado, el PSG seguía sin aparecer del todo en el partido. Los locales proseguían con sus ocasiones intentando alcanzar el gol que les pondría por delante del marcador, pero el PSG mantenía el control de la posesión y también generaba oportunidades. Fue entonces cuando el joven mediocentro francés del PSG, Nkunku, se sacó un espectacular zapatazo desde fuera del área que acabó perforando la red de Gurtner.
El PSG volvía a marcar y esto les llevó a un estado de completa relajación y exceso de confianza que hizo que en el minuto 80 llegara un contraataque por parte del Amiens que terminó en los pies de Konaté. El delantero senegalés volvió a cruzar el disparo y esta vez con la ayuda de Areola, el cual no llegó a blocar bien el tiro, el esférico acabó dentro de la portería para alegría de los hinchas del Amiens.
De nuevo llegaba el empate y el PSG, aún habiendo salido al campo Mbappé, no consiguió reaccionar a tiempo. Finalmente, el trencilla pitó el final y el encuentro terminó en tablas, un resultado que no disgusta del todo a ninguno de los dos conjuntos.