El día de ayer no fue uno cualquiera. La final de la Coppa Italia tuvo un protagonista único antes, durante y después del partido: Gianluigi Buffon. Con la posibilidad de que este estuviese jugando uno de sus últimos partidos como futbolista, era inevitable poner sus ojos sobre él. Y por si fuera poco, apareció en escena con varias paradas importantes, como fue a los disparos de Cutrone, Suso, Bonaventura o Çalhanoğlu. De se modo fue capaz de echar el cerrojo, quien sabe, si por última vez en una final.

Pero si había dudas de si esta pudiese ser su última campaña, en el momento de levantar el título se acrecentaron. Buffon decidió dejar a Marchisio alzar al cielo de Roma la 4ª Coppa consecutiva de los bianconeri, ya que este sí que se marchará al término de la 17/18. Además, también declaró posteriormente ante los micrófonos que decidió dejarle el honor a Claudio (Marchisio) porque "es un jugador que lo ha dado todo por la Juventus". Por otro lado, un dato muy característico es que 'Gigi', a sus 40 años de edad, consiguió su primera Coppa con al Juventus como titular, ya que las anteriores lo hizo como segundo portero. La primera partiendo desde el once fue con el Parma (98/99).

Pero para verle colgar los guantes habrá que esperar a que el de Carrara lo haga oficial con sus propias palabras, ya que hubo visos de retirada durante los dos últimos años, quedándose en agua de borrajas y, finalmente, alargando su carrera. Cierto es que esta 17/18 no ha estado a su mejor nivel, el cual es evidente que vaya bajando con el paso de los años. Además, también ha sido en la que el meta suplente, Szczęsny, ha disputado más minutos. Un método que puso en práctica Allegri con vistas a ir introduciendo al polaco en rodaje para que a partir del próximo curso este sea el titular y guardián de la portería de la Vecchia Signora. No obstante, decir adiós no es tan fácil como parece. Y eso Buffon lo sabe.