Tras la lesión sufrida el pasado mes de febrero, el astro brasileño ha focalizado su atención en el Mundial de Rusia. Neymar Jr debutó con tan sólo 18 años con la “Canarinha” y, desde entonces, su única ambición ha sido levantar la copa del mundo.
El verano de 2010, tras el Mundial de Sudáfrica, la selección brasileña se enfrentó a Estados Unidos en un partido que acabaron llevándose los brasileños. Este era el comienzo de una bonita historia entre un futbolista, Neymar, que ya dejaba ver lo podía llegar a ser.
Experiencia con la selección
Esta será la segunda experiencia mundialista del ídolo brasileño. El pasado Mundial no terminó muy bien para la pentacampeona que a pesar de jugar en casa acabó perdiendo por un contundente 7-1 frente a Alemania. Sin embargo, Ney no estuvo en este partido por lesión. Armero, futbolista colombiano, le provocó un fuerte golpe en la espalda que le hizo perderse lo que quedaba de campeonato. En los cuatro partidos que jugó el extremo anotó cuatro goles.
Sin embargo, no todas sus experiencias con la “Canarinha” han corrido la misma suerte. Neymar comenzó a ganar con las categorías inferiores, en el año 2011, la selección sub-20 se hacía con el campeonato sudamericano. Aquel joven que ya prometía fue el máximo anotador del torneo con 9 goles.
El recorrido olímpico es más que destacable. Ney ha disputado dos Juego Olímpicos, los primeros en Londres donde se llevó la medalla de plata y los segundos en Río de Janeiro, donde Brasil no tuvo rival y se llevó el oro.
Por último, la pentacampeona del mundo se hizo con la Copa Confederaciones de 2013 con un Neymar que ya fue líder de la selección brasileña. El ahora jugador del PSG fue nombrado bota de oro del torneo.
Puro talento
Neymar es considerado uno de los mejores jugadores del mundo. Tras la estela de Messi y Cristiano se encuentra el sudamericano, un jugador que entra por los ojos a cualquier aficionado.
El astro brasileño juega siempre en el extremo izquierdo, aunque no tiene ningún inconveniente en aparecer en otra posición de ataque. Como futbolista la palabra que mejor le define es talento. Neymar, pese a ser diestro, es capaz de manejar las dos piernas y gambetear a una velocidad endiablada.
Siempre ligado al gol, el jugador del PSG es capaz de sorprender con disparos lejanos, así como a balón parado. Con Brasil será liberado más si cabe de sus tareas defensivas para dedicarse al ataque como principal espada de la “Canarinha”.
La vida de Neymar en París
Neymar ha vivido un año difícil en París. Su temporada terminó en el mes de febrero tras un golpe de mala fortuna. A pesar de no contar con todos los meses del campeonato, Neymar ha firmado unos grandes números que le colocan en el escalón que merece un jugador de su nivel.
El brasileño ha disputado treinta partidos con su equipo en liga hasta que llegó su lesión. En estos veinte partidos, Neymar anotó diecinueve goles y ha dado trece asistencias lo que le ha dado una incidencia total en el juego.
En Champions, sus números tampoco dejan nada que desear. El jugador de la “Canarinha” jugó siete partidos, anotó seis goles y dio tres asistencias.
Finalmente, el PSG ha sido capaz de levantar tres títulos (Ligue 1, Coupe de France y Coupe de la Ligue). Tres títulos que aunque bien son importantes para el equipo y para Neymar, han quedado empañados por la mala actuación en champions.
Neymar quiere ser el Rey del Mundo
Brasil tiene desde siempre una gran adición por los mundiales. El país sudamericano posee una sociedad que le encanta el balompié. A lo largo de la historia, la “Canarinha” ha tenido grandes jugadores entre los que destaca O’Rei, precisamente por sus grandes actuaciones en los mundiales.
Neymar llega a Rusia convertido en el líder de la selección. La baja de Alves refuerza su posición como referente dentro del vestuario y tras una dura recuperación para estar a tono, el brasileño está decidido a levantar la Copa del Mundo.
El astro brasileño ya no es un niño y sus 26 años ha llegado el momento de dar el paso al frente. Además, Neymar quiere entrar en la pelea por el Balón de Oro y alzarse con un Mundial le metería de lleno en la lucha por el balón.