Si se debiera destacar una característica que posean los combinados africanos, la velocidad es aquello que sale a la luz. Aunque si hablamos de Senegal, también hay que resaltar la capacidad aérea y algunos talentos individuales que han terminado de explotar en la reciente temporada.
Aliou Cissé tendrá la tarea de llevar a los senegaleses a octavos, y para ello podrá contar con los dos factores mencionados anteriormente. Aunque por nombres propios se podría saber quienes serán titulares indiscutidos, el entrenador africano se mantiene expectante entre dos formaciones: 4-4-2 y 3-4-1-2, con distintas características entre una y otra.
3-4-1-2, la menos probable
En el amistoso disputado en marzo de este año frente a Bosnia, Cissé utilizó nombres que ya no se encuentran en la lista de convocados para la Copa de Mundo. Cabe destacar que el 3-4-1-2 es una formación que el estratega solo utilizó una vez al mando de Senegal, lo que significó una prueba negativa con respecto al resultado (0-0).
La línea de tres en el fondo estuvo compuesta, en aquel momento, por Sané, Koulibaly y Dijilobodji. Este último no participará en el mundial por lo que, de usar dicho esquema, su lugar podría ser ocupado por Kouyaté (puede alternar y jugar como mediocentro defensivo). El trio de centrales poseen mucha altura y contextura, algo totalmente significativo con respecto a pelotas paradas.
En cuanto al mediocampo, el doble cinco es el lugar en el seleccionador no tiene dudas. N'Diaye para aportar en defensa y Gueye para distribuir con los tres de adelante. Mientras que por las bandas irían dos futbolistas de una velocidad considerable como Sarr y Keita Baldé. Este último fue convocado a pesar de arrastrar una lesión, por lo que su puesto quedaría en manos de Niang. Para enganchar entre los dos delanteros el predilecto es Sadio Mané, de quien sobran palabras para describir la gran temporada que ha realizado en el Liverpool. Diouf y Konaté serían los depredadores de área.
Es una formación con la que Cissé no especulará. Este sistema ha afectado a grandes selecciones durante la historia debido al desbalance que se forma en defensa. Y llegado el momento de atacar, las bandas corren el peligro de quedar al descubierto y permitir al rival ingresar por allí.
4-4-2, la más factible
Probablemente será la que utilice el entrenador africano dadas las características de sus dirigidos. Principalmente porque los velocistas que atacan pueden lanzarse a la carrera hacia la portería rival sin descuidar la labor defensiva, siempre con un compañero cubriendo las bandas por detrás. Además, fue el último esquema que concretó, frente a Luxemburgo en un amistoso (0-0).
La dupla de centrales es inamovible con respecto a la formación anterior. Solo Sané saldría de la alineación titular, y por las bandas ingresarían Ciss y Wagué, quien debutará en una Copa del Mundo. El doble cinco seguiría siendo el mismo con N'Diaye y Gueye, ambos de características diferentes. Como interiores, quienes seguramente se abrirán hacia los costados, estarían Sadio Mané y dos alternativas para la derecha: Baldé y Sarr. El dúo de centro delanteros permanecería tal y como se colocó en el 3-4-2-1.
Otra opción bajo la manga
El tercer esquema que Cissé utilizaría sería un 4-3-3, algo que su principal figura Sadio Mané conoce muy bien a partir de lo que realizó en el Liverpool junto a Mohamed Salah y Roberto Firmino. En esta formación, la velocidad de los extremos es de vital importancia para la llegada al área. Y si de rapidez hablamos, no podemos ignorar a Senegal.
El combinado africano podría adaptarse de gran manera ya que lo utilizó en reiteradas ocasiones durante las eliminatorias de aquel continente. Si el esquema se llegase a concretar, uno de los delanteros saldría de la alineación titular para abrirle paso a un interior que equilibre la balanza entre la velocidad y la rocosa defensa que presentan los senegaleses.