Islandia y Argentina empezaban el Mundial con la ilusión por las nubes. La albiceleste llegaba a Rusia con las miras puestas en alzar de nuevo la Copa del Mundo, tras perder la última final frente a Alemania en la prórroga. Islandia, el país de los 300.000 habitantes, participa por primera vez en su historia en un Mundial y quiere hacer un buen papel, como ya hicieron en la pasada Eurocopa, donde llegaron a cuartos de final.

Sin que se llegara a cumplir el minuto cinco de partido, ya tuvo Argentina la primera ocasión peligrosa del partido cuando, tras un buen centro de Messi en una falta lateral, Otamendi no consiguió dirigir a puerta su cabezazo, que salió ligeramente desviado de la portería de Halldorsson. Pasados cuatro minutos más se repetía la misma jugada, esta vez colgada desde el otro costado, y el remate de Tagliafico se perdió por línea de fondo.

En la jugada siguiente, Islandia tuvo la ocasión más clara del partido hasta el momento. Tras un lío de Caballero y la zaga albiceleste, le quedó el balón muerto en el punto de penalti a Bjarnason, que no acertó a rematar entre los tres palos y el balón salió rozando el palo derecho.

En el minuto 19, tras un disparo de Rojo que se le quedó en los pies al Kun Agüero, se revolvió en el punto de penalti y conectó un zapatazo directo a la escuadra izquierda, haciendo así el primer gol de la albiceleste en el Mundial de Rusia.

Cuatro minutos después, tras multitud de rechaces y con el balón paseándose de un lado a otro del área, un centro de Gylfi Sigurdsson, que no despejó bien Willy Caballero, hizo que Finnbogason rematara a placer a escasos metros de la línea de gol para poner el empate en el marcador.

A punto estuvo Islandia de adelantarse en el marcador cuando se iba a cumplir el minuto 45. Tras una muy buena combinación por la banda izquierda, Finnbogason definió por bajo pero Caballero consiguió repeler el disparo. Así se llegó al descanso en Moscú, en un partido donde Argentina tuvo el control del balón e incluso disparó más a puerta, pero no creó mucho más peligro que Islandia, que hasta el momento estaba dando una muy buena imagen en su debut mundialista.

En la segunda parte, Argentina estaba haciendo un fútbol aún más lento que en la primera y no tardó en reaccionar Sampaoli, que en el minuto 53 quitó a Biglia para dar entrada a un mediocentro con más capacidad de creación, Banega.

Pasados dos minutos de la hora de juego, Meza cayó dentro del área y el árbitro señaló un claro penalti que Messi no fue capaz de convertir en gol. Tiró a la derecha de Halldorsson, que adivinó la intención del argentino y detuvo la pena máxima.

Pese a que, desde la entrada de Banega, Argentina mejoró, no estaba poniendo en apuros a una Islandia que estaba muy bien plantada en el campo. A menos de veinte minutos para el final, Bjarnason cometió una falta sobre Meza en una posición muy buena para Messi, pero su disparo se estrelló en la barrera.

A diez minutos del final, Messi hizo de las suyas arrancando desde prácticamente medio campo y, tras perder el balón en las proximidades del área, le favoreció un rebote, se hizo hueco para poder disparar y el balón salió muy cerca de la portería islandesa. A falta de seis minutos, Sampaoli quitaba a Meza para dar entrada a Gonzalo Higuaín, poniendo así toda la carne en el asador. Dos minutos después, un centro de Pavón se envenenó y a punto estuvo de adelantar a Argentina en el marcador, pero Halldorsson lo evitó con una buena estirada.

En el minuto 94, Hallfredsson cometió una falta a unos 25 metros de la portería de Islandia, pero Messi volvió a estrellar el disparo en la barrera. Tras esto, el colegiado indicó el camino a vestuarios, lo que hacía más histórica si cabe la participación de Islandia en los mundiales, habiendo debutado empatando contra la vigente subcampeona del Mundo. Argentina, por su parte, se complica la vida y los partidos frente a Nigeria y Croacia pasan a ser prácticamente finales.