La fase de grupos en el Grupo B se cerraba de la manera más emocionante posible. La lucha entre Portugal y España por el primer puesto se acrecentaba con la posibilidad de clasificación de Irán. Al combinado portugués le bastaba el empate, mientras que los iraníes necesitaban la victoria o el empate en caso de que España cayese por más de un gol ante Marruecos.

El conjunto de Carlos Queiroz llegaba a la jornada con un único gol encajado (ante España) y con las esperanzas de que se consumase el milagro. Conscientes del peligro del atacante portugués, Cristiano Ronaldo, Irán asistía dispuesta a utilizar todo el potencial de su férrea y organizada defensa para lograr la épica.

Por su parte la "Seleção das Quinas" partía con un Cristiano Ronaldo en plena forma y con ganas de gol, deseoso de superar al inglés Harry Kane que la tarde de ayer le pasaba por encima en la tabla de goleadores. Además, el portugués afrontaba también otro reto particular: está a solo dos goles de igualar a Eusebio como máximo goleador de Portugal.

Lo que sí estaba claro es que ambas selecciones salían con sus onces de gala. Irán presentaba la novedad de Jahanbakhsh, que formaba dupla ofensiva con Azmoun, la estrella de los iraníes. Portugal combinaba por primera vez a André Silva con Cristiano Ronaldo, dejando así a Guedes en el banquillo.

Irán, el muro de hierro

Con la mirada puesta en Kaliningrado, el encuentro se inició con lo esperado. Los iraníes, fieles a su juego, tiraron de defensa y balones en largo para Azmoun, intentando aguantar las embestidas del combinado portugués. Cristiano Ronaldo tenía la primera en sus botas tras una pase de Joao Mario. El delantero se colaba dentro del área y lanzaba un derechazo pero Beiranvand evitaba el gol.

Los portugueses, con posesión constante de balón, movían con calma el esférico buscando un hueco entre la sólida defensa iraní. Joao Mario aprovechaba una falta de entendimiento entre un defensa y el guardameta para intentar un disparo que se iba muy por encima del larguero en el minuto 8. Continuaba perdonando Portugal.

El portero iraní, Alireza Beiranvand, era un manojo de nervios y en más de una ocasión estuvo a punto de costarle el gol. No obstante, en el ecuador de la primera mitad Irán se permitía un par de ataques consecutivos. En el 21 Rezaeian sacaba una falta peligrosa que se iba desviada por la derecha de la meta de Rui Patricio. Tras un mal despeje de la defensa portuguesa, los persas iniciaban un contraataque que culminaba Azmoun en el corazón del área, pero Jahanbakhsh no llegaba al esferico por muy poco.

Tras este momento de Irán el enfrentamiento volvió al monólogo inicial de Portugal, que continuaba luchando para abrirse un hueco casi imposible entre la defensa iraní. A punto de finalizar el primer tiempo, Quaresma abría la lata para los portugueses. El extremo luso disolvía la zaga persa con un zapatazo con la pierna derecha que se colaba en la meta de Beiranvand y ponía el 0-1 en el minuto 44.

Al borde del milagro

Tras el paso por vestuarios la tónica continuó siendo la misma y los portugueses continuaron teniendo la posesión moviendo el esférico con lentitud. Justo en el momento cuando el combinado iraní comenzaba a adelantar líneas y a presionar arriba, el VAR certificaba un penalti a favor de Portugal. Cristiano Ronaldo era el encargado de ejecutar el disparo desde los once metros pero el tiro, algo escorado hacia la izquierda, provocaba que Beiranvand atajase el esférico.

Tras el subidón de moral que logró esta parada, el delantero iraní, Azmoun, daba muestras de una gran calidad física y técnica con buenas internadas dentro del área portuguesa. Portugal continuaba con la posesión acechando la meta iraní, pero los persas se replegaban y hacían imposible el ataque.

Cuando toda la grada portuguesa celebraba el pase a octavos como primera de grupo, los iraníes reclamaron penalti por mano de Cedric. El colegiado consultaba el VAR y señalaba la pena máxima. Dentro de los seis minutos de añadido Ansarifard enviaba el esférico a la escuadra izquierda y lograba la igualada en el marcador.

Ya en el 94 Irán perdonaba el gol que podría haberle dado el pase a la siguiente ronda. Taremi, solo ante Rui Patricio, fallaba el que podía haber sido el disparo del 2-1.

El enfrentamiento se cerraba en el minuto 97 con el 1-1 que impedía la épica del combinado persa y los dejaba eliminados del Mundial de Rusia. Portugal se clasificaba así como segundo de grupo tras el empate in extremis de España. El combinado español anotaba el 2-2 sobre la bocina con un gol mal anulado que finalmente acababa subiendo al marcador gracias al VAR. Con esta clasificación los lusos se enfrentarán en octavos de final a Uruguay, primer clasificado del Grupo A.