La selección mexicana ha encontrado dos pirales fundamentales para su funcionamiento: Héctor Herrera e Hirving Lozano. Tal es su papel dentro del esquema de Juan Carlos Osorio que han sido los objetivos por nulificar en los partidos ante Corea del Sur y Suecia; y ante Alemania desbarataron un mediocampo y una defensa que parecía estar bien.

La táctica de Juan Carlos Osorio ha convertido a Lozano y Herrera en los puntos neurálgicos del equipo tricolor, y por ende en los referentes del equipo. La ausencia o la constante marca que provoca sus limitaciones dentro del terreno de juego, son claras para el cuadro azteca, puesto que su nivel control de juego se ve afectado.

El jugador del PSV Eindhoven llega con un fogueo europeo a temprana edad. Su destacado paso por el Club Pachuca, lo hizo acaparar la atención y ser considerado como uno de las jóvenes promesas del futbol mexicano. A tal grado que incluso logró generar interés en el Manchester City de Pep Guardiola.

A sus 22 años ha logrado conquistar un campeonato de Liga MX, la Eridivisie y una CONCACAF Liga de Campeones; a nivel individual fue considerado como el mejor medio ofensivo de la liga mexicana en el 2016, fue Bota de Oro de la CONCACAF 2017 y jugador del mes de agosto 2018 de la Eredivisie.

Hoy sin duda se le puede llegar a considerar al ‘Chucky’ Lozano como el futuro de la selección siempre y cuando se lleve un buen seguimiento de sus capacidades. Durante el Mundial se ha rumoreado sobre la posible atención que tiene por parte del Real Madrid y Barcelona; y en los últimos días se habló sobre el interés de Diego Armando Maradona para llevarlo a su equipo.

Por su parte, Héctor Herrera se ha visto en una carrera de altibajos dentro del Porto. El también canterano del Club Pachuca probó suerte en tierras europeas con uno de los equipos grandes de Portugal y durante su primera temporada se ganó el cariño de toda la afición por su presencia en el campo y capacidad de recuperar los balones.

Juan Carlos Osorio aprendió a explotar esas cualidades del joven mexicano y lo ha puesto como un cinco fijo, encargado en la recuperación de balones y en la orquestación de las jugadas desde medio campo. Una posición la cual no tenía un comandante desde Brasil 2014, cuando rotaban de esas responsabilidades entre Gullit Peña y José ‘el gallito’ Vázquez.

Su gran nivel lo ha llevado a conseguir palmarés en conjunto como aquella medalla de oro histórica ante Brasil en Londres 2012, la Copa Oro en 2015, la Supercopa de Portugal en 2013 y su más reciente éxito fue ganar la liga portuguesa con el Porto. A nivel individual fue considerado el mejor jugador del Torneo Esperanzas de Toulon en 2012, perteneció una vez al once ideal de la UEFA Champions League y en 2017 fue coronado como el mejor asistente de la CONCACAF.

Esta dupla, sin ser precisamente delanteros, ha llevado a soñar en grande a la selección mexicana y a sus seguidores de ir más allá que un quinto partido. El genio, el mago del mediocampo le da una amplitud de campo y seguridad al medio terreno del tricolor; el velocista, controlador, dribleador y goleador de Lozano le da una calma a una posición que siempre fue de las más difíciles de encontrar en un jugador mexicano.

La esperanza de ganarle a Brasil en la fase de octavos de final recae en lo que hagan ambos jugadores dentro del terreno de juego y sin duda tienen la capacidad y calidad para estar dentro de los mejores jugadores del torneo. Hoy por fin, México, encuentra seguridad en dos jóvenes que pueden hacer grandes cosas a nivel clubes y selección.