En la mayoría de los casos, 62 días son simplemente dos meses. Un periodo de tiempo intrascendente, en el que no hay nada que destacar. Sin embargo, hay casos en los que 62 días dan para mucho, y el del Arsenal es uno de ellos. Esa es la cantidad de días que han transcurrido desde del fin de la era Wenger hasta el comienzo de la etapa de Unai Emery, un proceso tan necesario como nostálgico al que todavía le quedan muchos capítulos. El francés salió del John’s Smith Stadium de Huddersfield ovacionado por la afición rival, mientras que el vasco apareció en el terreno de juego de Meadow Park aplaudido por la afición Gunner que se había desplazado a ver su debut al frente del equipo. El 0-8 conseguido por los londinenses ante el Boreham Wood, un equipo que milita en Conferencia Nacional, es lo de menos, pues se presumía una victoria cómoda de un conjunto que, sin embargo, sí ha mostrado una nueva cara.
Comenzando por su esquema, el cual parece va a ser el 4-3-3, y terminando por su movilidad, no son pocos los aspectos que el sustituto de Wenger ha aportado en sus pocos días al frente del cuadro Gunner. La confianza en los jóvenes se sigue manteniendo como ya sucedía con el francés, mientras que los problemas en defensa parecen no estar del todo corregidos. En definitiva, se antoja necesario desgranar el que ha sido el inicio de una nueva etapa en un club legendario como el Arsenal.
Cambios empezando por el esquema
No eran pocas las voces que apuntaban a un cambio sobre la colocación de los futbolistas en el terreno de juego, aún más teniendo en cuenta la llegada de Lucas Torreira. El uruguayo, que adopta a la perfección el rol de mediocentro de contención, se mueve por delante de la línea de cuatro centrales, ejerciendo de escudero de dos centrocampistas que aportan mucha más llegada al área. Se podría decir que del 4-2-3-1 de Wenger se pasa al 4-3-3 de Unai Emery, algo que abre diversas incógnitas.
Del 4-2-3-1 de Wenger se pasa al 4-3-3 de Unai Emery
La primera y más evidente es la que tiene que ver con los tres del medio. Dejando una plaza para Torreira, por el cual parece haberse cambiado el esquema, los otros dos puestos parecen destinados a Granit Xhaka y Aaron Ramsey. Si bien el primero está de vacaciones por su participación en el Mundial, el segundo sí ha tenido la oportunidad de probar su nueva demarcación. El galés ha saltado al terreno de juego en la segunda mitad, formando parte de un once alternativo que bien podría ser considerado de suplentes a excepción de Mustafi y Mkhitaryan. En ese momento era Chambers el que actuaba como pivote defensivo, algo que, particularmente, también ha llamado la atención. Guendouzi, el que hasta el momento es el último fichaje, también se ha vestido de corto, siendo el acompañante de Ramsey en las labores de creación de juego.
Tres posiciones de ataque y muchos nombres
La otra incógnita que abre este nuevo sistema de juego tiene que ver con la zona atacante. Parecen ser cuatro hombres para tres posiciones, por lo que no tardará el vasco en tener que hacer su primera elección importante. Aubameyang, Lacazette, Özil y Mkhitaryan se repartirán un trío de ataque que ha brillado con luz propia en lo que al primer encuentro de pretemporada se refiere. Toma ventaja de forma clara el gabonés, que apenas ha necesitado un cuarto de hora para hacer un hat-trick con el que encarrilar el encuentro y su candidatura a uno de los puestos. Junto a él, aunque ocupando la posición central, ha comenzado el francés, que ha hecho el quinto gol a pase del ex del Borussia Dortmund.
Nketiah volvió a dejar una gran actuación con el primer equipo
En la segunda parte, ya con los dos protagonistas fuera del terreno de juego, ha llegado el turno de Mkhitaryan, que ha hecho el octavo y último tanto tras una gran jugada de Eddie Nketiah. Y ese ha sido el otro gran protagonista del encuentro. El jugador de la Academia, que en total ha aportado cinco integrantes a este encuentro, cuatro de ellos entre los once titulares –Osei-Tutu, Willock, Nelson y Smith Rowe-, no solo ha habilitado al armenio, sino que ha movido el marcador en la segunda mitad haciendo el sexto para los Gunners. Nketiah ya dejó buenas sensaciones la pasada campaña y ahora parece volver a acaparar unos focos que cada vez lucen menos para Mesut Özil.
Él forma la gran duda del presente curso. Su nivel, cada vez más lejos de aquel que le llevó del Real Madrid al Arsenal, genera dudas entre los aficionados y los entrenadores. El pasado Mundial sirvió para ver que perdía importancia para Joachim Löw en Alemania, mientras que el curso 2017/2018 no sirvió más que para centrarle aún más en la diana de todas las críticas. Con Aubameyang y Lacazette, al parecer, fijos para Emery, el mediapunta tendrá que reinventarse si quiere ser protagonista la próxima temporada.
¿Normalidad o preocupación?
A pesar del 0-8 definitivo, el encuentro volvió a dejar una cara que genera pavor entre los aficionados Gunners: la defensa. De nuevo la zaga ha generado algo de incertidumbre en un partido en el que los integrantes de la línea de cuatro deberían haber sufrido mucho menos. Bellerín parecía estar algo falto de ritmo, mientras que Sokratis Papastathopoulos no ha debutado con mal pie. Él ha formado pareja de centrales con el joven Mavropanos durante la primera mitad, tiempo en el que Osei-Tutu ocupaba el lateral izquierdo. En los segundos cuarenta y cinco minutos han defendido la portería del Arsenal, Jenkinson, Mustafi, Holding y Kolasinac.
Desde luego, la falta de concentración es algo propio de este tipo de encuentros, más aún cuando el equipo lleva una ventaja tan clara. Sin embargo, ante un entrenador nuevo son pocas las opciones que se deben dejar pasar, por lo que hay que ver si estos errores que han hecho pensar a Unai Emery pasan factura a unos futbolistas que ya conocen cómo piensa su entrenador y qué es lo que quiere ver sobre el terreno de juego.