Volvía el público a los estadios de la Premier League en la misma jornada en la que se enfrentaban los dos equipos con la mayor rivalidad de toda la categoría. El ya denominado como North London Derby es el encuentro más caliente de todo el país, por lo menos en cuanto a aficiones. Tottenham y Arsenal  llegaban a este encuentro en el que seguramente sea el momento en el que más desequilibrada está la balanza hacia el lado spur de toda la historia.

 Con respecto al partido ante el Chelsea, Mourinho recuperaba a Alderweireld, pero perdía a Ndombele. El belga recuperó su lugar en el once pese a la buena actuación de Joe Rodon el sábado pasado al lado de Eric Dier, mientras que el puesto del francés lo ocupaba Lo Celso.

 Por su parte, Arteta seguía dando palos de ciego con las alineaciones cambiando cosas de un partido a otro, aparentemente sin demasiado sentido. Volvía Thomas Partey tras recuperarse de su lesión y lo colocó junto a Xhaka en el centro del campo. Aubameyang continuaba jugando por el centro, donde ya se le había visto perdido en los partidos anteriores, mientras que Lacazette jugaba como mediapunta.

 La primera mitad fue exactamente como se esperaba. El Arsenal tenía la posesión del balón la mayor parte del tiempo, pero no sabía qué hacer con ella, mientras que el Totteham se encontraba siempre cómodo defendiendo y las pocas veces que atacaba lo hacía con sentido y generando mucho peligro. El primer gol llegó a los trece minutos de partido, Son aprovechaba la constante falta de colocación de Bellerín para hacerse hueco por la banda izquierda y firmar una absoluta obra de arte con un disparo sensacional desde fuera del área al que no pudo responder Leno. Los gunners seguían teniendo el balón, pero apenas generaban nada interesante. Aubameyang estaba perdido en el centro, Lacazette estaba perdido jugando por detrás, Willian está perdido desde que llegó al norte de Londres en agosto y los únicos que intentaban algo ofensivamente eran Thomas Partey y Saka, que se veían demasiado solos ante la muy buena organización defensiva del Tottenham. El segundo gol llegó en el tiempo de descuento de la primera parte y de nuevo propiciado por un grave error de Bellerín en el repliegue, que ni siquiera sale en la foto del gol. Los spurs armaron de nuevo un gran contraataque para que los dos de siempre combinaran una vez más, esta vez invirtiéndose los papeles, ya que fue el coreano quien asistió para que Kane fusilara a Leno con un zurdazo que pegaba en el larguero antes de meterse dentro de la portería. 

 Tras el descanso, las cosas también sucedieron como se presuponían, Mourinho colocó a los suyos aún más atrás para que el Arsenal tuviese aún más posesión y se sintiesen aún más impotentes. Arteta, como de costumbre, volvió a no saber dar una solución a sus jugadores para todos los problemas que tenían. El juego de los gunners se basaba en dar unos cuantos toques en la zona del mediocampo y, cuando veían que no podían progresar por dentro, abrir a una de las bandas y buscar a Lacazette y Aubameyang con centros bastante absurdos teniendo en cuenta que estaban defendidos por jugadores mucho más corpulentos y que les triplicaban en efectivos. El equipo local ni siquiera se acercó a la portería de Leno en toda la segunda parte, ni tampoco lo pretendieron. Harry Kane jugó como un centrocampista más y el trabajo de Hojberg fue absolutamente brillante de principio a fin para frenar todos los intentos del Arsenal

 El Totenham se mantiene como líder en solitario de esta Premier League, mientras que el los gunners se encuentran en decimoquinta posición a la espera del partido del Brighton, que también podría superarles. Mikel Arteta se convierte en el primer entrenador del Arsenal en perder sus dos primeros North London Derby desde 1967.