Durante las últimas semanas, los rumores sobre la venta de uno de los equipos más laureados de europa en la historia ha causado un gran revuelo entre los aficionados italianos, que se muestran confusos ante esta decisión supuestamente adoptada por su presidente, Silvio Berlusconi, al que hace escasos días vimos en un comunicado visual anunciando que dejará al club de sus amores en buenas manos que garantizan un futuro con el Milan como protagonista sin dejar de lado su preferencia por que en un futuro los propietarios Rossoneri sigan siendo italianos.

"Fininvest ha llegado a un acuerdo con un grupo de inversores chinos sobre la venta parcial del AC Milan"Hasta esta misma mañana toda la información a cerca de este tema eran habladurías, pero Berlusconi ha hecho oficial con estas palabras aquello que era temido por gran parte de los aficionados, al parecer, el club italiano ha llegado a un acuerdo con un grupo de inversores chinos con el que venderán el 70% de las acciones del Milan por un valor estimado de unos 500 millones de euros.

Aficionados agolpados en el aeropuerto de Shangai. Fuente: AC Milan
Aficionados agolpados en el aeropuerto de Shangai. Fuente: AC Milan

Cuando comenzaron las negociaciones, el polémico directivo no parecía muy convencido con el hecho de ceder aquello que lleva defendiendo tantos años al grupo asiático pero parece que los orientales han aportado argumentos sólidos que han logrado hacer a la idea a una de las personas más mediáticas de todo el país y prácticamente del continente.

La venta está prácticamente finalizada y de hecho el trabajo de los ejecutivos de Fininvest sobre las garantías bancarias está ahora cerca de terminar pero la situación de exclusiva no vinculante en la que se encuentra la firma deja en el aire muchos aspectos de los que todavía no se han hablado.

Hasta ahora, lo único que conocemos es que en caso de hacerse oficial al 100%, Berlusconi siempre tendría la opción de retroceder y mantener a su equipo y en este caso, si hubiese cualquier aspecto sin terminar, ya sea la compra o la venta de jugadores, la elección de un nuevo entrenador o renovaciones de contratos entre otros, serían congelados durante un mes para que de esta manera los poderosos inversores pudieran recuperar el dinero aportado a estas operaciones.